ENTAMU

El último año del siglo XIX, vio la llegada de mi abuela a la vida, en el humilde y pescador barrio de Sabugo; vio la llegada de mi abuelo, que con su familia mirandina, desembarcó en el puerto de Santander, trasladándose a la Calle Nueva de Avilés. Llegaron a bordo del barco Alfonso XIII, procedentes de Santa Clara (Cuba), él apenas tenía tres años, sus padres no habían ido a hacer la Habana, habían ido de criados de unos señores de Galiana, y regresaron con cuatro reales, con los que abrieron el bar Casa la Rubia.

Cuento todo esto, porque mi abuela, es una de las mayores responsables de mi interés por la historia de nuestra villa; Sus historias sobre cosas acontecidas en la villa, como el hambre que pasaba en los principios del siglo XX, el vampiro de la Magdalena, el bar que poseía mi bisabuela, la fabrica de baldosas de mi abuelo, etc., me hicieron empezar a investigar sobre nuestro pasado. No es que mi abuela fuera una gran contadora de historias, pero recuerdo que a mediados de los años 80, cuando la televisión programaba la serie Raíces, esa serie hizo que empezará a interesarme por mis antepasados, ¿quiénes eran? ¿cómo vivían? ¿de donde procedían?, ahí empezaron las preguntas a mi abuela, de sus respuestas salieron nombres como Gertrudis, Benita, el Sargento “Pates”, Pepe “El Cristo”, etc. Veinte años más tarde, me regalaron un libro: “Avilés Memoria Gráfica”, cientos de fotografías del Avilés de primeros del siglo veinte. En ese momento renació mi interés por nuestro pasado, pero no solamente por mis ancestros. Esas imágenes hicieron que retomará con fuerza la realización de mi árbol genealógico, pero también mi interés por lo que es toda la historia de nuestra, villa milenaria.

viernes, 9 de febrero de 2018

SUBMARINOS EN AVILES




Extracto de un articulo de Francisco Mellen Blanco en la Revista del bollo del 2007:  
Buscar entre los papeles, documentos y fotos antiguas de lo que pude salvar del archivo de mi abuelo, siempre da agradables sorpresas. La mayoría de las fotografias están hechas en el primer tercio del siglo pasado, aunque alguna de ellas tal vez sea de finales del XIX. 
He seleccionado una fotografia que muy pocos avilesinos con vida puedan reconocer. En ella aparecen dos submarinos saliendo de la dársena de San Juan de Nieva embocando la ría rumbo a alta mar.
Desconocía la fecha de cuando estuvieron los submarinos en Avilés y, apesar de consultar a muchos avilesinos, nadie me dió dato alguno, porque la mayoría no tenían noticias de la visita de los mismos.
Decidí entonces consultar en Madrid a mi amigo el contraalmirante José-Ignacio Gonzalez-Aller, antiguo director del Museo Naval, experto en submarinos. El me dió un par de pistas: los submarinos eran de la clase B (formada por 6 unidades, B-1 a B-6), y que su visita por el mar cantábrico fue antes de 1936. Seguí mis investigaciones en los archivos de la Armada, y no conseguí localizar el dato de su arribada en Avilés.
Recientemente y gracias ami amigo Marcelo Gago, que colabora conmigo en trabajos sobre la historia avilesina, me envió un recorte de prensa que encontró despues de varios meses de búsqueda en la Voz de Avilés, del domingo 8 de Junio de 1930. Dice así:
"A las seis y media de la tarde de ayer entraron en nuestro puerto procedentes de Viveiro, cuatro submarinos tipo B de la base naval del Ferrol, que recorren en viaje de prácticas parte de la costa cantábrica.
Desplaza cada sumergible 750 toneladas y componen el total de la dotación 124 hombres entre jefes, oficiales, clases y marineria. Manda la flotilla el capitan de corbeta don Casimiro Carre Ichicarro.

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