Extraido
del Noroeste del 20 de Abril de 1917
Matan a un niño para beberle la sangre
El
barrio de la Magdalena de Corros, lugar situado en una de las afueras
de esta villa, fué ayer teatro de un asesinato horrible, perpetrado
en la persona de un niño de ochó años de edad, quien, debido á su
inocencia, se prestó á servir de guía á un forastero,
satisfaciendo así los criminales propósitos de un desalmado que,
influido sin duda por creencias supersticiosas, no vaciló en llevar
á la práctica sus funestos pensamientos, causando la muerte á un
semejante
La
desaparición del níño. Buscandolo toda la noché
Serían
las seis de la tarde de anteayer, miércoles, el niño de ocho años
de edad, llamado Manuel Torres Rodríguez, hijo del obrero de la
fábrica de productos lácteos de la Magdalena, José Torres, se
encontraba, en unión de otros varios de su misma edad, jugando en
las proximidades de la iglesia de la Magdalena, cuando se le acercó
un sujetó desconocido, de unos veintiocho años, de edad, para
invitarle á que lo enseñara el lugar en donde estaba enclavada la
fábrica de mantecas, ofreciéndole por el servicio varias perras á
fin de conquistar el ánimo del muchacho.
El
niño se prestó á ello muy voluntarioso, acompañándolo á aquel
lugar que deseaba visitar.
La
fábrica está situada en el camino vecinal y solitario que conduce
desde la Magdalena á la Ceba. Desde su partida y separación de con
ios muchachos no se había vuelto á saber de él.
Alarma
de los padres
El
padre del chico trabaja, como hemos dicho, en dicha fábrica,
titulada "La Suiza Avilesina", y.como saliese del
trabajo á las siete de la tarde, tan pronto, hubo llegado á casa le
dijo su, esposa, Benigna Rodríguez, que el hijo había ido á 1a
calle pero como dieran las ocho sin volver, cosa que nunca hacia,
salió el jefe dé familia en busca de sú hijo,
enterándose ál poco tiempo, por las manifestaciones de varios
chicos, que había marchado con un forastero. Estas indagaciones no
satisfacieron su tranquilidad, aumentando la tribulación. conforme
el tiempo transcurría sin que el hijo volviera.
Augurando,
en vista de la tardanza, algún serio contratiempo, se
decidió á comunicarlo á los vecinos, y á altas horas de
la noche lo participó también á la Guardia civil,
poniéndose ón movimiento varios números de la Benemérita y otras
personas.
Anuncio
en "La Voz de Avilés"
A
media noche estuvo en la Redacción de "La Voz de Aviles" y
en su editorial de ayer se publico el siguiente suelto:
Niño
desaparecido.—Presa de bien explicable tribulación,
anoche, á las doce, estuvo en la Redacción de este periódico
el obrero empleada en la fábrica de productos lácteos de la
Magdalena y domiciliado en la calle de este nombre, núm. 70, José
Torres, para manifestarnos que á las seis de la tarde había
desaparecido su hijo, Manuel Torres Rodriguez, de ocho años de edad,
sin que á tan elevada hora nocturna haya vuelto la criatura á su
domicilio.
"Según dicen algunas personas, á la referida hora de
las seis dé lá tarde, el niño Manuel iba en compañía de
un sujeto desconocido, tomando ambos el camino nuevo de la Magdalena
á la Ceba. Algunas personas creen haber notadq, que durante la tarde
pasó y repasó dos ó tres veces la calle de la Magdalena el sujeto
en cuestíón.
"La
Guardia civil se ha puesto en movimiento para encontrar al niño y al
sujeto en cuya compañía se marchó, y nosotros, desde aquí,
rogamos á todas las personas que puedan dar alguna noticia
sobré él paradero de la criatura, den conocimiento á la atribulada
familia.
"
Aparece el cadáver del niño Escena conmovedora, el puebio indignado
Las
pesquisas para la busca del chico continuaron toda la noche
y madrugada de ayer, hasta las ocho y media de la mañana, en que
el propio padre, yendo acompañado de su convecina Etelvina Suárez,
vio el cadáver del niño tendido en un monte llamado de la
"Arabuya", junto á la peña de San Lázaro,lugar enclavado
en la misma parroquia de la Magdalena.
El
cuadro que en aquel momento se desarrolló fue conmovedor no pudiendo
contener el vecindario, que allí se aglomeró que el padre se
abrazase al hijo, y en esta forma asido, lo condujese él mismo hasta
su casa, la infeliz víctima tenía seccionada la yugular y estaba
bañado en sangre El barrio de la Magdalena que presenció aquella
tragedia, esta consternadísimo.
Aviso
á las autoridades
A
las nueve de la mañana, ya las autoridades tenían noticia
del fúnebre hallazgo, y á los pocos momentos salían
precipitadamente para la Magdalena el celoso juez de instrucción
Don Eduardo Pradá Vaquero, oficiales habilitados por D.
Gregorio Heves y Don Francisco G. Robos, médico titular don
José Carreño y el alguacil Sr. Hermoso.
Todos
se dirigieron al domicilio de los padres de la víctima en donde
yacía ésta,y reconocido por aquel facultativo le apreció dos
heridas inciso-punzantes ,en el lado izquierdo del cuello, una de
ellas en la parte anterior, punzante y profunda.
El
Juzgado procedió en seguida á recibir declaración á los
padres y á cuantas personas pudiesen aportar algún dato para la
averiguación del paradero del criminal.
Cuando el Juzgado se encontraba realizando estas diligencias,
se produjo en el vecindario gran confusión, porque se decía
que habían encontrado al asesino, y el pueblo, á todo
trance, quería vengar á la víctima.
Quien
es el asesino
El
presunto criminal que sedujo al infeliz niño para que lo
acompañase á la mantequera, es conocido en esta villa por
algunas personas, entre otras por el cabo de la Guardia municipal,
Sr. Pravia, que anteayer lo vió pasear por esta población, pues las
señas que le facilitaron coinciden en un todo con las del sujeto en
cuestión.
Se
llama Ramón Cuervo (a) "Ramón de Paula", regresó hace
poco de Cuba y es vecino de Santa Cruz, concejo de Llanera, tiene
veintiocho años de edad, es moreno, alto, delgado,
afeitado, sin bigote, viste traje completo color café; botas
negras, boina obscura y usa un pañuelo blanco al cuello.
Este
sujeto padece, según dicen, tuberculosis, y se cree que el haber
dado muerte al niño haya sido para beber la sangre, guiado por
fatídicas creencias supersticiosas.
Robustece
esta creencia el haber pretendido también anteayer llevar engañado
á otro niño de la calle de Galiana, que se negó á ir, salvándose
así de una muerte segura.
Interesando
la detención
El
juez que entiende en este proceso, Sr. Prada Vaquero, ha
dirigido telegramas á todas las autoridades de la provincia
y puestos de la Guardia civil, interesando la busca del
sujeto de referencia, encareciendo especial vigilancia á las
autoridades gijonesas, por si tratase de embarcar en el trasatlántico
"Alfonso XIII", que sale hoy del Musel.
A
las once de la mañana de hoy se practicará la autopsia al
cadáver de la infeliz víctima. A los atribulados padres
enviamos nuestro más sentido pésame.
De
última hora Aparece el presunto criminal
Escrito
lo anterior, llega á nosotros la noticia de haber aparecido el
presunto asesino.
Cumpliendo
órdenes del Juzgado, el teniente de la Guardia civil de
esta línea, D. Regino Samaniego, distribuyó la fuerza á sus
órdenes para capturar al culpable.
Los
guardias Pablo Sebastián Prieto y José Ramírez Rodríguez se
dirigieron en un coche á Santa Cruz de Llaneza, en donde pudieron
encontrar al asesino, que acababa de llegar á su casa.
A
la cárcel de Avilés
Detenido
por éstos fué conducido en el mismo coche á la prisión de esta
villa, á disposición del Juzgado de instrucción.
Durante el paso por las calles de esta Villa se iba conglomerando
público, del que salían frases de condenación para el presunto
criminal, costando gran trabajo á los guardias contener las
iras
populares,
que á todo trance quería apoderarse del malhechor.
En
los alrededores de la prisión estuvo estacionada toda la tarde
inmensa muchedumbre.
A
las cuatro se constituyó el Juzgado en la cárcel para recibirle
declaración.
Por
conducto extraoficial sabemos que el detenido niega su
participación en el delito que se ló imputa, manifestando,
sí, que durante la tarde de anteayer estuvo paseando por la
Magdalena, pero antes de oscurecer se retiró de aquella vía
continuando, luego por las calles de esta población hasta ya
anochecido, en que se retiró para hospedarse en casa de un tal
Pablo,de la calle de Llano Ponte, y que en la mañana de ayer se
levantó, y con el caballo de su propiedad emprendió el regreso a
Santa Cruz Llaneza, en donde fué detenido.
El
digno juez Sr. Prada Vaquero, que desde el primer momento desplegó
un celo extraordinario en la averiguación del delincuente; ordenó
en la cárcel realizar un reconocimiento en rueda dé presos, al que
asistieron los muchachos que jugaban con el interfecto cuando fué
seducido por el personaje desconocido, reconociendo todos ellos en el
detenido Ramón Cuervo al individuo en cuestión.
Ha
sido comprobado que éste mismo sujeto fué el que trató, también
anteayer, de engañar, con fines sin duda igualmente criminales,
al muchacho de Galiana José Rodríguez alias "Carolo";
el cual, después de introducirse con él en unas praderas, sacaba
un frasco que debía contener algún líquido para narcotizar al
pequeño acompañante, y observado por éste emprendió vertiginosa
carrera,que le valió la salvación.
El
Juzgado ha decretado ayer mismo el procesamiento y prisión del
detenido, y hoy continuará, á primera hora, en la tramitación de
este sensacional proceso.
Extraido
del Noroeste del 21 de Abril de 1917
El
entierro de la víctima
Se
ha verificado el entierro del niño Manuel Torres Rodríguez, víctima
del asesinato que relatamos en nuestra información de ayer.
El
acto constituyó una imponente manifestación de duelo, á la que
acudió todo el vecindario de la Magdalena y numerosas personas de
esta villa, observándose la presencia de crecido número de mujeres
y los niños de la escuela á que pertenecía el desventurado chico.
Las
diligencias de ayer Práctica de la autopsia
A
las diez de la mañana de ayer se trasladó el Juzgado del partido al
cementerio general de la Carriona para presenciar la autopsia
ordenada practicar en el cadáver del niño Manuel Torres. Fueron
encargados de esta operación los médicos D. José Suárez de la
Puerta, D. José López Ocaña y D. Alberto Carreño Arias.
Los
facultativos comprobaron las heridas que la víctima tenía en el
cuello, una de ellas, muy profunda, era la que ocasionara el
seccionamiento de la yugular.
También
pudieron observar que el corazón se hallaba desangrado, como también
los demás órganos que debieran contener este líquido.
En
estrados Comparecen más testigos
Terminada
aquella diligencia, regreso á la calle de Ruiz Pérez el Juzgado
para proseguir la tramitación de este ruidoso proceso.
En
estrados compareció el muchacho José Rodríguez (a) "Carolo",
que estuvo a punto de ser víctima de la espantosa tragedia que nos
ocupa y á quien el detenido dijo el día del crimen:
•
"Te ganas un real si vienes conmigo á llevarme unas ropas."
El
muchacho le siguió, pensando en la ganancia que le ofrecía, tomando
ambos el camino de la Magdalena é internándose en las praderas, y á
poco de andar le preguntó:
•
¿Estás cansado?
•
No, señor, contestó el muchacho.
•
Pues yo sí lo estoy.
Al
decir esto sacó del bolsillo un pequeño frasco, y cogiendo de una
mano al niño trató de llevárselo á la nariz, diciéndole: "Mira
qué olor".
El
muchacho que, como decía, no sospechaba nada bueno, emprendió á
carreras y logró deshacerse de él y de sus criminales propósitos.
Este chico reconoce al detenido Ramón Cuervo como el mismo sujeto
con quien tuvo la escena descrita anteriormente.
También comparecieron ante el juez las vecinas de la Magdalena Adela
Pérez y Pacita Ovies, manifestando la primera que estuvo hablando
junto á la iglesia de la Magdalena con el Ramón Cuervo, á quien
conocía anteriormente, y Pacita Ovies, que lo vio ir ese mismo día
acompañado de la víctima en dirección á la Suiza Avilesina y que
al preguntar al chico que a donde se dirigía contestó que á
enseñar á aquel señor el camino de la mantequera.
Una
acusación gravísima Prueba contundente
Un
conocido droguero de esta Villa se presentó ayer ante el juez de
instrucción para prestar su concurso a la justicia, facilitando con
su declaración un valioso servicio para la probanza de los hechos.
La
gravedad que encierra la acusación es abrumadora para el detenido, y
la conducta del declarante es noble y leal al acudir solícito ante
la justicia.
Refiere el droguero que en la mañana del día en que se cometió el
crimen vendió al sujeto que se halla detenido una ampolla
conteniendo cloroformo.
No
ofrece, pues, la menor duda en la culpabilidad del detenido, que
utilizo este líquido para narcotizar á la infeliz víctima y poder
de este modo ejecutar, sin temor á los lamentos del niño,, sus
desalmados propósitos.
Cinismo
del criminal
Aumenta
considerablemente la indignación popular al considerar el cinismo
malvado que observa el criminal en todos sus actos, pues se sabe que
en la cárcel está tranquilo y como si no estuviese sujeto á
proceso tan horrible y con pruebas tan contundentes.
El
día de ia detención lo encontraron los guardias en su casa,
comiendo tan tranquilo y como si en su conciencia no pesara el
horrendo asesinato cometido.
Igual tranquilidad mostró al ser detenido y al comparecer por vez
primera ante el Juzgado, manteniendo con la mayor sangre fría sus
negativas a las preguntas que era sometido.
Llegada
del teniente fiscal
Para
intervenir en este proceso en el correo de ayer llegó a esta villa
el teniente fiscal de la Audiencia de Oviedo D. Enrique Estefanía de
los Reyes, conferenciando á los pocos minutos con el juez de
instrucción, D. Eduardo Prada Vaquero, quien lo dló cuenta
detallada de las diligencias que lleva practicadas.
Nueva
Indagatoria del procesado Asiste al acto el fiscal de la audiencia
A
las tres de la tarde se trasladó nuevamente á la carcel el Juzgado
de instrucción acompañado del fiscal de la Audiencia, para someter
al detenido á nuevo interrogatorio.
Esto fué larguísimo, celebrándose en la prisión varios careos,
entre otros con el droguero que le vendió el cloroformo, quien
reconoció en el malvado sujeto al mismo que le compró la ampolla.
El
criminal sigue en sus negativas, pretendiendo sustraerse de la
intervención del crimen; pero su malévola actitud de nada le sirve,
porque los hechos están sobradamente probados por los atormentadores
cargos que contra él aparecen.
Para
hoy
Para
las diez de la mañana está citada ante el Juzgado una mujer,
avecindada en la Magdalena, que asegura haber visto al criminal,
acompañado de la víctima, dirigirse al monte en donde apareció
ésta y regresar luego sin acompañamiento alguno.
El
público avilesino sigue con verdadero interés el curso del proceso,
y ayer mañana eran arrebatados de manos de los vendedores los
periódicos en los que se hacía el relato del suceso. Todo el pueblo
está anhelando conocer los más pequeños pormenores y que el vil
asesino no quede sin el castigo merecido. Hoy comparecerán en
estrados los médicos que realizaron la autopsia, para emitir el
informo médico acordado por la autoridad judicial, resultado de la
operación anatómica que ayer llevaron á efecto.
Extraido
del Noroeste del 22 de Abril de 1917
Habla
la ciencia
A
las diez y media de la mañana de ayer acudieron al Juzgado de
instrucción del partido los médicos D. José Suárez de la Cuesta,
D. José López Ocaña y don Alberto Carreño Arias para dictaminar
en la causa que se tramita por el asesinato del niño Manuel Torres
Rodríguez.
El
informe fué evacuado en presencia del teniente fiscal de la
Audiencia don Enrique Estefanía de los Reyes, juez instructor, Sr.
Prada Vaquero, y secretario judicial, Sr. Suárez Graíño.
El
representante de la ley hizo á los peritos médicos varias preguntas
relacionadas con el informe médico emitido, resultado de la
autopsia, que fué, según hemos podido averiguar, muy detallado y
extenso.
A la
salida de los médicos hemos logrado que nos facilitaran detalles del
informe que acababan de prestar.
Refieren los facultativos que la infeliz víctima tenía en el
cuello, lado izquierdo, una herida punzocortante profunda, de tres
centímetros de extensión, verificada en forma transversal al eje
del cuerpo. En la misma región, y como á cinco centímetros de
distancia de la anterior, y en el plano, presentaba el niño otra
herida de los mismos caracteres, forma y extensión que la
primeramente descrita.
Las
partes blandas que cubrían el craneo estaban circundadas por una
línea que partiendo de la parte inferior frontal rodeaba la cabeza,
terminando en el mismo sitio.
En
el estómago encontraron regular cantidad de pan masticado flotando
en agua glerosa.
Extraído
el corazón y puesto sobre la mesa de operaciones, se observaron en
él un tamaño ordinario, algo aplanado en su cara derecha, no
conteniendo sangre alguna, tanto en las aurículas como en las
ventrícuias En el cuello prestaron extremado examen los
facultativos.
Encontraron exentas de sangre las venas y arterias de gran calibre.
La heridas anteriormente expresadas que tenía en esta región eran,
la primera, tan profunda que, interesando la piel y el tejido llegó
hasta las vértebras cervicales, seccionando todo el paquete de
arterias yugulares y nervios del mismo nombre.
La
otra herida estaba localizada cerca de la parte posterior del cuello
y no interesó los vasos.
Los
peritos hicieron constar en el informe que se trata de un caso
notable de muerte por hemorragia, producida por la sección ecmpieta
del paquete vasomotizo en la región del cuello, lado izquierdo, que
debió producir la muerte en breve tiempo, por ser los vasos
seccionados los de más calibre del cuerpo humano, añadiendo que la
primera de dichas heridas presentaba caracteres muy de tenerse en
cuenta por los tribunales para la apreciación de los hechos,
consistentes en que los bordes externos ó internos de la lesión no
estaban aproximados, no obstante creer que las heridas fueron-
producidas por arma punzocortante, apareciendo á la vista más que
una herida una cavidad hueca profunda, con marcado parecido á un
agujero limpio, que suponen ocasionados por esfuerzos más ó menos
fuertes y mecánicos hechos desdde loss bordos externos al fondo de
la lesión, indicio indicador de haber tenido lugar una aspiración
con objeto de extraer la sangre de las arterias.