ENTAMU

El último año del siglo XIX, vio la llegada de mi abuela a la vida, en el humilde y pescador barrio de Sabugo; vio la llegada de mi abuelo, que con su familia mirandina, desembarcó en el puerto de Santander, trasladándose a la Calle Nueva de Avilés. Llegaron a bordo del barco Alfonso XIII, procedentes de Santa Clara (Cuba), él apenas tenía tres años, sus padres no habían ido a hacer la Habana, habían ido de criados de unos señores de Galiana, y regresaron con cuatro reales, con los que abrieron el bar Casa la Rubia.

Cuento todo esto, porque mi abuela, es una de las mayores responsables de mi interés por la historia de nuestra villa; Sus historias sobre cosas acontecidas en la villa, como el hambre que pasaba en los principios del siglo XX, el vampiro de la Magdalena, el bar que poseía mi bisabuela, la fabrica de baldosas de mi abuelo, etc., me hicieron empezar a investigar sobre nuestro pasado. No es que mi abuela fuera una gran contadora de historias, pero recuerdo que a mediados de los años 80, cuando la televisión programaba la serie Raíces, esa serie hizo que empezará a interesarme por mis antepasados, ¿quiénes eran? ¿cómo vivían? ¿de donde procedían?, ahí empezaron las preguntas a mi abuela, de sus respuestas salieron nombres como Gertrudis, Benita, el Sargento “Pates”, Pepe “El Cristo”, etc. Veinte años más tarde, me regalaron un libro: “Avilés Memoria Gráfica”, cientos de fotografías del Avilés de primeros del siglo veinte. En ese momento renació mi interés por nuestro pasado, pero no solamente por mis ancestros. Esas imágenes hicieron que retomará con fuerza la realización de mi árbol genealógico, pero también mi interés por lo que es toda la historia de nuestra, villa milenaria.

sábado, 13 de enero de 2018

ATAQUE A CAMPOSAGRADO EN 1810

En “La Gaceta de la Regencia de España e Indias” del 29 de diciembre de 1810:
“Del 4 de diciembre. El coronel Don Pablo Mier con 300 hombres de varios cuerpos y 100 del regimiento de la Corona mandados por el capitán Don Francisco Valanzat, pasó el río Nalón la noche del 15 pasado de órden del general Losada, con el designio de sorprender los puestos avanzados de la guarnición francesa de la villa de Avilés, compuesta de 100 hombres, y apoderarse de algunos granos que tenían acopiados en ella. No habiéndose podido verificar la sorpresa por la mucha vigilancia, los acometieron los nuestros de frente, obligándolos una y otra vez a encerrarse en la casa fuerte que ocupan (palacio de camposagrado), dejando muertos en la calle al comandante del destacamento y tres soldados. Retiraron también once heridos. No pudieron extraerse los granos, porque las barcas que habían de servir para ello estaban bajo los fuegos enemigos. Nuestra pérdida se redujo a seis levemente heridos.”

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