El deterioro de la atmósfera de Avilés, tema por
el que se interesó el Rey durante su reciente visita oficial a
Asturias, ha aumentado de forma sensible las enfermedades
broncopulmonares. La bronquitis simple y la asmática son ya
tipificadas como dolencias propias de Avilés. De cada diez enfermos
que pasan por el ambulatorio, seis presentan deficiencias
respiratorias, y tres, síntomas específicamente bronquíticos. Los
niños padecen asma desde muy corta edad. De una población de
100.000 avilesinos, unos 30.000 son bronquíticos. El cáncer de
pulmón aumentó en un 141 % durante los últimos cinco años,
mientras que el cáncer, en general, experimentó un crecimiento del
35 %.Avilés entraría en una situación de alarma permanente
respecto a los agentes contaminantes si los límites tolerables no
son reducidos en un 50% (véase EL PAIS del 6-9-1980), según
propone un estudio realizado por la Comisión Interministerial del
Medio Ambiente (CIMA). Los límites permisibles, situados
actualmente en trescientos microgramos de humos y cuatrocientos
microgramos de S02, ambas medidas por metro cúbico, pasarían a ser
de 150 y 250, respectivamente. Los límites de urgencia de primer
grado, actualmente situados en seiscientos microgramos de humos y
ochocientos microgramos de S02, serían reducidos en una proporción
semejante.
Según el Centro Municipal de Análisis de la
Contaminación, gran parte del municipio avilesino presenta, a lo
largo del año, una alarma ambiental continuada. Las causas
principales de la contaminación en la zona de Avilés son las
siguientes: emisiones de partículas sólidas, óxidos de azufre y
compuestos de flúor, principalmente; existencia de un núcleo
urbano, de alta densidad de población, a escasa distancia de una
zona industrial muy importante, que da cabida, principalmente, a
industria de cabecera; una situación geográfica que dificulta la
rápida dispersión en la atmósfera de los contaminantes;
condiciones meteoro-climatológicas adversas durante mucho tiempo y
un deficiente sistema de comunicaciones por carretera y ferrocarril,
lo que provoca una gran congestión de tráfico en el núcleo
urbano.El pasado mes de agosto, el Centro de Análisis de
Contaminación Atmosférica detectó la situación denominada de
«emergencia de primer grado» en Corujedo (Valliniello). A últimos
de noviembre de 1979, el gobernador civil reconoció la existencia,
durante tres días consecutivos, de 579, 525 y 552 microgramos de
materia en suspensión por metro cúbico en la misma plaza de
España. A partir de seiscientos microgramos se alcanza el estado de
«emergencia de primer grado». Los límites normales admisibles,
según la actual legislación española, son de trescientos
microgramos.
El jefe del servicio del Centro de Análisis de la
Contaminación Atmosférica puso en conocimiento del alcalde de
Avilés las mediciones hechas en Corujedo, donde el 20 de agosto
fueron alcanzados 613 microgramos por metro cúbico de materia en
suspensión. El gobierno civil apuntó como posibles causas de esta
situación una gran emisión de humos en la chimenea de un horno de
temporizar de la empresa Productos Dolomíticos, como consecuencia
de la combustión espontánea de hollines depositados en su interior
y las adversas condiciones climatológicas reinantes en aquellas
fechas, en las que se pudo detectar un aumento de abortos en Avilés,
aunque no se averiguó si procedían de Valliniello. El gobierno
civil desmintió la situación de urgencia generalizada en Avilés,
aunque reconoció las mediciones de Corujedo. En noviembre, el
alcalde socialista de Avilés, Manuel Ponga, se vio obligado a hacer
público un bando en el que recomendaba a los ciudadanos «la
abstención en el funcionamiento de los sistemas de calefacción en
el horario comprendido entre las diez y las diecisiete horas», y
rogaba a los conductores no circular por el centro de la ciudad.
Durante el año son emitidas al aire avilesino
25.152 toneladas de partículas sólidas, de las que un 84% proceden
de Ensidesa. De una emisión global anual de 24.282 toneladas de
dióxido de azufre (SO2), casi el 86% es atribuible también a
Ensidesa.
Por otra parte, la central térmica de Ensidesa
emite el 74% de las casi 5.000 toneladas/año de óxidos de
nitrógeno y la Empresa Nacional del Aluminio (ENDASA), el 98,6% de
las 1.404 toneladas/año de fluoruros. Ensidesa es también la
principal responsable de la producción de hidrocarburos, evaluados
en 4.276 toneladas/año, y de las 1.488 toneladas/año de monóxido
de carbono. Ensidesa y la Empresa Nacional de Fertilizantes
(Enfersa) se reparten la emisión de 303 toneladas/año de amoniaco
y la fábrica de harinas de pescado Alfa es responsable de la de
trimetilamina. Otras empresas contaminantes son: Productos
Dolomíticos, Asturiana de Zinc, Real Compañía Asturiana de Minas
y Cristalería Española.
El barrio de Valliniello, situado en las
proximidades de la carretera Avilés-Luanco, junto a las
instalaciones químicas de Ensidesa y las factorías de ENDASA,
Enfersa y Productos Dolomíticos, es posiblemente la zona más
contaminada de Avilés. Las estaciones colocadas en esta zona
registran los valores máximos de contaminación,
Los agricultores ven impotentes cómo sus campos
son esquilmados por los agentes contaminantes y cómo sus ganados
padecen frecuentes enfermedades intestinales.
Durante algún tiempo, el flúor de ENDASA atacó
mortalmente los huesos de las vacas, que morían de rodillas en la
zona de Barredo y Manzaneda, próxima a Valliniello.
Un informe del Centro de Análisis de la
Contaminación Atmosférica sobre la situación de Valliniello
señala que en la estación V, situada en las inmediaciones de
Productos Dolomíticos, empresa dedicada al tratamiento de la
dolomita, con una emisión muy importante de polvos, han sido
recogidas las mayores concentraciones de materia sedimentable de
todo el municipio, con valores medios anuales superiores a 8.000
miligramos/metro cuadrado/día. El valor mínimo absoluto para los
últimos tres años ha sido de 4.833 miligramos/metro cuadrado/día,
cuando la concentración máxima admisible por la legislación
vigente para este tipo de contaminación es de trescientos
miligramos/ metro cuadrado/día.
El saneamiento atmosférico definitivo de Avilés
exigirá una inversión del orden de los 150.000 millones de
pesetas. El pasado mes de febrero, el Consejo de Ministros aprobó
un plan anticontaminante que se desarrollará en tres fases. Entre
este año y el próximo se pretende reducir la contaminación
avilesina en un tercio de la actual, con una inversión de 630
millones de pesetas. La segunda fase se desarrollará entre 1982 y
1985, y en la tercera se proyecta la implantación de un cambio de
estructura en las instalaciones industriales de la zona. Todas las
empresas contaminantes han solicitado ayudas y subvenciones
oficiales que son concedidas por el Ministerio de Hacienda.El pasado
23 de agosto, el alcalde de Avilés remitió un informe al
gobernador civil, Jorge Fernández, en el que plantea la necesidad
urgente de crear un cinturón de protección ambiental en
Valliniello. Su inclusión en el Plan de Saneamiento Atmosférico
estaba previsto, pero fue eliminado por razones desconocidas. Esta
medida exigiría la recalificación de la zona para impedir la
instalación de industrias contaminantes. El alcalde denuncia en su
informe otras graves lagunas del Plan de Saneamiento Atmosférico y
solicita la libertad de acceso de los técnicos municipales a los
registros de los monitores de medida continua para controlar las
emisiones de ENDASA y Asturiana de Zinc, el adelantamiento de
algunas medidas previstas para la segunda fase del plan, la
verificación de la altura de las chimeneas de Cristalería
Española, la aplicación de nuevas medidas correctoras en la Real
Compañía Asturiana de Minas y, en fin, la declaración oficial de
Avilés como zona contaminada.
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