ENTAMU

El último año del siglo XIX, vio la llegada de mi abuela a la vida, en el humilde y pescador barrio de Sabugo; vio la llegada de mi abuelo, que con su familia mirandina, desembarcó en el puerto de Santander, trasladándose a la Calle Nueva de Avilés. Llegaron a bordo del barco Alfonso XIII, procedentes de Santa Clara (Cuba), él apenas tenía tres años, sus padres no habían ido a hacer la Habana, habían ido de criados de unos señores de Galiana, y regresaron con cuatro reales, con los que abrieron el bar Casa la Rubia.

Cuento todo esto, porque mi abuela, es una de las mayores responsables de mi interés por la historia de nuestra villa; Sus historias sobre cosas acontecidas en la villa, como el hambre que pasaba en los principios del siglo XX, el vampiro de la Magdalena, el bar que poseía mi bisabuela, la fabrica de baldosas de mi abuelo, etc., me hicieron empezar a investigar sobre nuestro pasado. No es que mi abuela fuera una gran contadora de historias, pero recuerdo que a mediados de los años 80, cuando la televisión programaba la serie Raíces, esa serie hizo que empezará a interesarme por mis antepasados, ¿quiénes eran? ¿cómo vivían? ¿de donde procedían?, ahí empezaron las preguntas a mi abuela, de sus respuestas salieron nombres como Gertrudis, Benita, el Sargento “Pates”, Pepe “El Cristo”, etc. Veinte años más tarde, me regalaron un libro: “Avilés Memoria Gráfica”, cientos de fotografías del Avilés de primeros del siglo veinte. En ese momento renació mi interés por nuestro pasado, pero no solamente por mis ancestros. Esas imágenes hicieron que retomará con fuerza la realización de mi árbol genealógico, pero también mi interés por lo que es toda la historia de nuestra, villa milenaria.

viernes, 12 de enero de 2018

EL BÍGAMO DE LLARANES EN 1965

En el “ABC” del 15 de octubre de 1965

Si el caso del bígamo J.M.G.P., a quien busca en su segunda luna de miel la policía, se hubiese llevado a la pantalla, posiblemente los críticos hubieran tachado el tema de excesivamente ingenuo o convencional, pero en la realidad un hombre que trabajaba en la ENSIDESA de Avilés, que está casado y con tres hijos, que vivía en el barrio de Llaranes, llevaba desde hace cuatro años una doble vida como si fuera un hombre invisible que a pesar de los ojos sagaces de las personas que se ocupan más del projimo que de si mismas, a pesar de todo esto ahora ha podido casarse sorprendiendo la buena fe de su segunda prometida, así como la de sus amigos y su legítima esposa, e incluso la de la madrina, que vivía en el mismo barrio que él.
Lo mas curioso del caso, que es la comidilla de Asturias hoy, no es tanto el hecho de que J.M.G.P. Falsificase su identidad con una partida de bautismo de su hermano M.V.J.G.P., que está soltero, (y que ahora aparece legalmente casado con la víctima del bígamo), y se casase - en una boda solemne – con una señorita de Oviedo después de haber simulado un accidente o suicidio, haciendo creer que estaba muerto bajo las aguas de la ría de Avilés, con objeto de que su esposa legítima y sus hijos quedasen amparados por la Seguridad Social, según se sabe ya por las referencias de las agencias de prensa dadas en el día de ayer. Lo más curioso, repito, es que J.M. No hizo especiales cosas para pasar inadvertido en la doble vida que llevaba desde hacía cuatro años.
Hace este tiempo conoció a una joven ovetense , L.C., en una fiesta en la capital de la provincia. Bailó con ella, se declaró y se hicieron novios. Desde hacía dos años entraba en casa de los padres de la novia, a quien precisamente todo el mundo aprecia por sus especiales dotes de belleza , simpatía, honestidad... En ese tiempo J.M. hizo regalos a su novia, se ganó la confianza y el afecto de los que podían haber sido sus suegros y de las amistades de la nueva famila y... no suscito sospechas ni en su hogar en Avilés, ni en el trabajo, ni en los medios habituales de concurrencia, pese a que venía a Oviedo no sólo los domingos, sino muchos días en que tenía el turno de noche en el trabajo. No suscito sospechas pese, incluso a llevar durante los veranos en días de fiesta a su novia en la moto hasta la playa de San Juan de Nieva o hasta la de Salinas, ambas, como se sabe, muy cercanas a Avilés. Pese a la costumbre provinciana de la murmuración, cual si fuera un hombre invisible y sin tomar precauciones que harían entrar en sospecha a su novia L.C. El bígamo ha llevado perfectamente su doble vida sin que los que lo conocían como casado, ni los que lo conocían como soltero, pudieran sospechar un fiasco de este tipo.
En efecto las referencias dadas por sus compañeros de trabajo, por lo dueños de los establecimientos que frecuentaba, incluso por el peluquero de Avilés donde se arreglaba, son de que era un muchacho serio, poco hablador y correcto. En Oviedo el clise era mas optimista: “Era un joven encantador”, “Que suerte tiee L. se lleva un joven guapo y simpático y parece un hombre serio y trabajador”. La cosa llega casi al colmo, cuando los padres de la novia se extrañaron de que ningún familiar viniese a la boda de J.M. “Estoy enfadado con ellos”, les había dicho unos meses antes el bígamo. Entonces de ofreció para madrina de la ceremonia una pariente de la novia que vive en Llaranes, precisamente el barrio donde está el domicilio familiar de J.M.
El día en que se casaba los periódicos de la provincia publicaban la noticia de la muerte de J.M., víctima de accidente o suicidio. La moto deshecha casi cerca de la ría de Avilés. Al lado, un casco abollado, unas gafas, indicio de algo trágico. Hombres rana rastrearon el fondo de la ría mientras J.M. pronunciaba el segundo “si” en la iglesia del Cristo de las Cadenas de Oviedo. Pero además de los periódicos de la provincia, se publican semanalmente las proclamas antes de que se celebre la boda, y las proclamas de la boda de J.M. y L.C. se leyeron en las parroquias del Cristo de las Cadenas de Oviedo y de Villalegre de Avilés, respectivamente. Esta última, a la que pertenece el domicilio de J.M. Sin embargo nadie se dió cuenta de los nombres ni de los hechos
Fue la casualidad la que lo descubrió todo, pero era tarde ya. Después de que los novios partieran de viaje de luna de miel con destino a Francia, una de las amigas de la novia leyó la noticia del accidente en un periódico y aunque el nombre de momento no le dijo nada, las señas y la matrícula de la motocicleta si que le llamaron la atención pues coincidían con las que tantas veces había visto a la puerta de un parque que frecuentaban en el barrio de Oviedo J.M. y su novia. Esto puso en aviso a los familiares de L.C., que fueron a Avilés al domicilio de J.M. - que este por otra parte nunca había negado – y encontraron que allí vivía su verdadera esposa y tres hijos.
Las escenas fueron tremendas con desmayo de la pobre mujer y denuncia en la Comisaría de Policía. Ahora hay más. Hoy se cumple el plazo en que J.M. debe volver al trabajo, pues sino le dan de baja en la Siderurgica de Avilés y se rescinde simultáneamente el contrato de vivienda, que pertenece también a la empresa. Los periódicos se agotan y hay comentarios para todos los gustos, pero especialmente de compasión para las dos mujeres y repulsa para el cínico que ha llevado las cosas con una naturalidad insólita en el mundo en que vivimos. Desde Santander “la feliz pareja”, envió una tarjeta a los padres de la novia diciendo que estaban encantados. Los suegros de J.M. Han declarado que no encontraron en el nada raro. Lo único que si les llamó la atención fue que J.M. metiese en la maleta un botiquin con jeringuillas, pastillas y potingues, diciendo que era una previsión por si se ponían enfermos. A estas horas la policía, como digo, no tiene noticia de donde pueden estar. Se ha dado cuenta a la Interpol por si han pasado la frontera

4 comentarios:

  1. y qué se sabe de cómo acabó la historia??? ahora me quedo intrigada...

    (genial el blog!)

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  2. y qué se sabe de cómo acabó la historia??? ahora me quedo intrigada...

    (genial el blog!)

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  3. estoy investigando, en cuanto sepa algo lo pondre

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  4. Me acuerdo a él lo arrestaron más tarde y ella por ley era esposa del hermano de él que era soltero y creo que incapacitado. Que muchos se vendieron yo aún era una guaja.

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