ENTAMU

El último año del siglo XIX, vio la llegada de mi abuela a la vida, en el humilde y pescador barrio de Sabugo; vio la llegada de mi abuelo, que con su familia mirandina, desembarcó en el puerto de Santander, trasladándose a la Calle Nueva de Avilés. Llegaron a bordo del barco Alfonso XIII, procedentes de Santa Clara (Cuba), él apenas tenía tres años, sus padres no habían ido a hacer la Habana, habían ido de criados de unos señores de Galiana, y regresaron con cuatro reales, con los que abrieron el bar Casa la Rubia.

Cuento todo esto, porque mi abuela, es una de las mayores responsables de mi interés por la historia de nuestra villa; Sus historias sobre cosas acontecidas en la villa, como el hambre que pasaba en los principios del siglo XX, el vampiro de la Magdalena, el bar que poseía mi bisabuela, la fabrica de baldosas de mi abuelo, etc., me hicieron empezar a investigar sobre nuestro pasado. No es que mi abuela fuera una gran contadora de historias, pero recuerdo que a mediados de los años 80, cuando la televisión programaba la serie Raíces, esa serie hizo que empezará a interesarme por mis antepasados, ¿quiénes eran? ¿cómo vivían? ¿de donde procedían?, ahí empezaron las preguntas a mi abuela, de sus respuestas salieron nombres como Gertrudis, Benita, el Sargento “Pates”, Pepe “El Cristo”, etc. Veinte años más tarde, me regalaron un libro: “Avilés Memoria Gráfica”, cientos de fotografías del Avilés de primeros del siglo veinte. En ese momento renació mi interés por nuestro pasado, pero no solamente por mis ancestros. Esas imágenes hicieron que retomará con fuerza la realización de mi árbol genealógico, pero también mi interés por lo que es toda la historia de nuestra, villa milenaria.

sábado, 20 de enero de 2018

AVILES EN UN SEMANARIO SATÍRICO MADRILEÑO EN 1890

Publicado en el semanario satírico El Motín el 16 de Agosto de 1890

Los dependientes de un fielato de Avilés han tenido la excelente idea de empapelarlo con números del Motín , y decimos excelente, porque según nuestro apreciable colega La Verdad de Oviedo, y varias personas peritas, ese empapelamiento es un preservativo seguro y probado contra el fuego del cielo.

Pues bien, un canónigo de Tarragona, que suele pasarse la vida en Aviles, cobrando, pero no residiendo la canongía, al ver tan bonitos adornos se desató endenuestos diciendo que las caricaturas del Motín son obscenidades.

Exacto, pero muy exacto. Como que son copia fiel de las costumbres de los clérigos.

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