ENTAMU

El último año del siglo XIX, vio la llegada de mi abuela a la vida, en el humilde y pescador barrio de Sabugo; vio la llegada de mi abuelo, que con su familia mirandina, desembarcó en el puerto de Santander, trasladándose a la Calle Nueva de Avilés. Llegaron a bordo del barco Alfonso XIII, procedentes de Santa Clara (Cuba), él apenas tenía tres años, sus padres no habían ido a hacer la Habana, habían ido de criados de unos señores de Galiana, y regresaron con cuatro reales, con los que abrieron el bar Casa la Rubia.

Cuento todo esto, porque mi abuela, es una de las mayores responsables de mi interés por la historia de nuestra villa; Sus historias sobre cosas acontecidas en la villa, como el hambre que pasaba en los principios del siglo XX, el vampiro de la Magdalena, el bar que poseía mi bisabuela, la fabrica de baldosas de mi abuelo, etc., me hicieron empezar a investigar sobre nuestro pasado. No es que mi abuela fuera una gran contadora de historias, pero recuerdo que a mediados de los años 80, cuando la televisión programaba la serie Raíces, esa serie hizo que empezará a interesarme por mis antepasados, ¿quiénes eran? ¿cómo vivían? ¿de donde procedían?, ahí empezaron las preguntas a mi abuela, de sus respuestas salieron nombres como Gertrudis, Benita, el Sargento “Pates”, Pepe “El Cristo”, etc. Veinte años más tarde, me regalaron un libro: “Avilés Memoria Gráfica”, cientos de fotografías del Avilés de primeros del siglo veinte. En ese momento renació mi interés por nuestro pasado, pero no solamente por mis ancestros. Esas imágenes hicieron que retomará con fuerza la realización de mi árbol genealógico, pero también mi interés por lo que es toda la historia de nuestra, villa milenaria.

miércoles, 28 de febrero de 2018

EL PALACIO DE RODRIGO GARCÍA PUMARINO



Extraìdo de “Avilés y Concejo” de Fernando Arturo Marín Valdés

Construido a finales del siglo XVII por iniciativa de Rodrigo García Pumarino cuya fortuna, comp tantas otras de la época se gestó en América (Indias de Perú); lleva esta casa el nombre de los Ponte debido a que en el año 1774 se hizo una escritura a favor de Don Francisco de Llano Ponte. De este interesante palacio emplazado en la plaza mayor, a la entrada de la calle de Rivero. Sólo se conserva la fachada. En otro tiempo tenía “ un típico y evocador patio de pequeñas dimensiones, de gran sabor renacentista y aspecto romántico y novelesco” , tratándose posiblemente de un patio distribuidor de las diversas dependencias. Transformado su interior en sala cinematográfica, no conserva ni rastro de su ordenación interna. En este palacio sitúa Armando Palacio Valdés la acción de su célebre novela “Marta y María”.
La fachada muy en relación con el entorno de la plaza, iniciaba el tramo asoportalado del lado en que hoy faltan de la calle Rivero. Es de dos pisos y aparece articulada mediante pilastras de orden gigante, de herencia manierista y capitel jónico. Las de los extremos se hallan cajeadas y decoradas con rosetas. El piso inferior es porticado y transitable con cinco arcos de medio punto sobre pilares en el frente y un arco en los laterales. El piso superior posee cinco balcones rectangulares en correspondencia con los arcos, rematando en una poderosa cornisa. Las molduras aparecen muy ornamentadas (rosetas, filas de dados o dentículos, curiosos frisos de veneras). En las enjutas de los arcos, motivos vegetales. Se marca la calle central por el mayor tamaño y abundancia de motivos ornamentales. De nuevo aparece la construcción en sillares de piedra bien encuadrados. La fecha de construcción debe ser ligeramente posterior a la del ayuntamiento, manifestando una clara influencia del modelo consistorial, renovado en su sentido decorativo

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