ENTAMU

El último año del siglo XIX, vio la llegada de mi abuela a la vida, en el humilde y pescador barrio de Sabugo; vio la llegada de mi abuelo, que con su familia mirandina, desembarcó en el puerto de Santander, trasladándose a la Calle Nueva de Avilés. Llegaron a bordo del barco Alfonso XIII, procedentes de Santa Clara (Cuba), él apenas tenía tres años, sus padres no habían ido a hacer la Habana, habían ido de criados de unos señores de Galiana, y regresaron con cuatro reales, con los que abrieron el bar Casa la Rubia.

Cuento todo esto, porque mi abuela, es una de las mayores responsables de mi interés por la historia de nuestra villa; Sus historias sobre cosas acontecidas en la villa, como el hambre que pasaba en los principios del siglo XX, el vampiro de la Magdalena, el bar que poseía mi bisabuela, la fabrica de baldosas de mi abuelo, etc., me hicieron empezar a investigar sobre nuestro pasado. No es que mi abuela fuera una gran contadora de historias, pero recuerdo que a mediados de los años 80, cuando la televisión programaba la serie Raíces, esa serie hizo que empezará a interesarme por mis antepasados, ¿quiénes eran? ¿cómo vivían? ¿de donde procedían?, ahí empezaron las preguntas a mi abuela, de sus respuestas salieron nombres como Gertrudis, Benita, el Sargento “Pates”, Pepe “El Cristo”, etc. Veinte años más tarde, me regalaron un libro: “Avilés Memoria Gráfica”, cientos de fotografías del Avilés de primeros del siglo veinte. En ese momento renació mi interés por nuestro pasado, pero no solamente por mis ancestros. Esas imágenes hicieron que retomará con fuerza la realización de mi árbol genealógico, pero también mi interés por lo que es toda la historia de nuestra, villa milenaria.

lunes, 26 de febrero de 2018

JOVENES ANTICLERICALES EN 1840

Publicado en el periódico “El Católico” el 20 de Julio de 1840:


“Nuestros lectores recordarán que en uno de nuestros números anteriores insertamos un artículo que nuestro corresponsal de Avilés nos dirigió sobre la espantosa corrupción de costumbres y la irreligión e impiedad que se notaba en la juventud de nuestros días. La generosidad con que allí se hablaba y el estar viendo por desgracia todos los días los hechos que allí se deploraban, parece debían poner a nuestro celoso corresponsal a cubierto de cualquier tiro que de otro modo hubiera intentado asestar contra él, la maledicencia y el amor propio ofendido. Más no ha sido así; muy lejos de eso, ha sido insultado y fuertemente amenazado. He aquí en estracto lo que acerca de este asunto nos dicen desde Oviedo: “Por sonar la fecha de Avilés en el comunicado que ustedes insertaron sobre la juventud, supusieron los jóvenes y no jóvenes de aquel pueblo que no se hablaba sino de ellos, y sabiendo quien era el corresponsal de ustedes, tuvieron reunión de café; hubo un alboroto general, se trato de ponerle pasquines en estos términos: O sales de aquí o mueres: se le avisó que corría peligro su vida y otras cosas. Se les dijo que si el corresponsal de ustedes hablara de ellos, hechos procesados podría señalar, como el haber siete jóvenes derribado y arrastrado las santas cruces de los calvarios que estaban en la salida del pueblo, haber disparado tiros en la iglesia a los maitines del jueves santo; haber cantado el trágala al sacerdote en la misa de gallo al consumir la sagrada ostia, y algunas mas fechorías impías.”

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