Artículo de Elisa Campo
en “La Nueva España” del 9 de Mayo del 2008
Fueron a trabajar como
cada día a la Fábrica de Ácidos de San Juan de Nieva y nunca
regresaron a casa. El turno de mañana, formado por 17 trabajadores,
fue víctima de la represión posbélica y sus familiares esperaron
en vano verlos entrar por la puerta de su domicilio. Este episodio,
uno de tantos que regaron de sangre la comarca avilesina, sale ahora
a la luz, gracias al libro «El Castrillón de la II República y de
la guerra civil», que se presentará en los próximos días. Se
trata de un trabajo realizado por Pablo Martínez y Rubén Chimeno,
que recibieron en 2004 la beca de investigación de Castrillón y que
concluyeron el estudio el año pasado.
El dramático suceso
comenzó el 4 de febrero de 1937, día en que un destacado falangista
de la comarca avilesina descubrió que en la Fábrica de Ácidos de
San Juan de Nieva, que dependía de la Real Compañía Asturiana de
Minas, se escondían dos fugados comunistas. Allí parte de la
plantilla los mantenía ocultos y les proporcionaba sustento. Se
produjo una redada, con la participación de falangistas, autoridades
y Guardia Civil, con un resultado funesto, ya que uno de los fugados
sacó una pistola y mató a uno de sus perseguidores; otro quedó
malherido.
En revancha, todos
los trabajadores de la fábrica, sin que se tuviera en cuenta su
implicación en los hechos, fueron conducidos a la Quinta de
Pedregal. Según cuenta Pablo Martínez, a algunos de los obreros los
fueron incluso a buscar a casa. El resto del relato tiene sonido de
fusil, ya que después fueron llevados a descampados para acabar con
su vida. Verdicio, La Lloba y el Pinar de Salinas son los lugares en
los que, con mayor probabilidad, se enterraron sus cuerpos. La cifra
de la que hablan los autores en su estudio es de 17 desaparecidos; de
14 de ellos tienen las identidades.
Pudieron, incluso,
contactar con el hijo de uno de los protagonistas de aquella jornada
trágica. María Ángeles Ovies, nieta de uno de los fusilados,
publicó recientemente un libro de poesía rememorando estos hechos.
Y Pablo Martínez y Rubén Chimeno entablaron también contacto con
la hermana de otro de los fallecidos, residente en Barcelona.
Rastrear este
episodio de la Fábrica de Ácidos no resultó fácil para los
investigadores, que pasaron muchas horas buscando en los archivos
civiles y enriquecieron después los datos con las fuentes orales de
familiares de las víctimas. Además, contaron con el apoyo de la
asociación Todos los Nombres.
«Estos episodios de
represión irregular fueron muy frecuentes entre el 21 de octubre de
1937 y principios de 1939», cuenta Pablo Martínez. El cometido de
estas acciones era «atemorizar y asesinar a la población». La
represión fue, afirma el investigador, «brutal», y eso explica la
reticencia de muchas personas de contar, todavía hoy, lo que
vivieron entonces.
El libro «El
Castrillón de la II República y de la guerra civil» no se centra
únicamente en estas cuestiones, sino que aborda desde la perspectiva
histórica los asuntos más importantes del período: economía,
sociedad, turismo, educación, relaciones entre la Iglesia y el
Ayuntamiento, cómo se vivió la guerra civil y, finalmente, la
represión, tanto la republicana (que siega la vida de medio centenar
de personas) como la de los vencedores de la contienda, que arroja la
cifra de 70 desaparecidos y más de 70 condenados a muerte en un
total de 150 juicios sumarísimos. A los 17 trabajadores del turno de
mañana de la Fábrica de Ácidos de San Juan se les negó hasta la
oportunidad de un juicio.
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