ENTAMU

El último año del siglo XIX, vio la llegada de mi abuela a la vida, en el humilde y pescador barrio de Sabugo; vio la llegada de mi abuelo, que con su familia mirandina, desembarcó en el puerto de Santander, trasladándose a la Calle Nueva de Avilés. Llegaron a bordo del barco Alfonso XIII, procedentes de Santa Clara (Cuba), él apenas tenía tres años, sus padres no habían ido a hacer la Habana, habían ido de criados de unos señores de Galiana, y regresaron con cuatro reales, con los que abrieron el bar Casa la Rubia.

Cuento todo esto, porque mi abuela, es una de las mayores responsables de mi interés por la historia de nuestra villa; Sus historias sobre cosas acontecidas en la villa, como el hambre que pasaba en los principios del siglo XX, el vampiro de la Magdalena, el bar que poseía mi bisabuela, la fabrica de baldosas de mi abuelo, etc., me hicieron empezar a investigar sobre nuestro pasado. No es que mi abuela fuera una gran contadora de historias, pero recuerdo que a mediados de los años 80, cuando la televisión programaba la serie Raíces, esa serie hizo que empezará a interesarme por mis antepasados, ¿quiénes eran? ¿cómo vivían? ¿de donde procedían?, ahí empezaron las preguntas a mi abuela, de sus respuestas salieron nombres como Gertrudis, Benita, el Sargento “Pates”, Pepe “El Cristo”, etc. Veinte años más tarde, me regalaron un libro: “Avilés Memoria Gráfica”, cientos de fotografías del Avilés de primeros del siglo veinte. En ese momento renació mi interés por nuestro pasado, pero no solamente por mis ancestros. Esas imágenes hicieron que retomará con fuerza la realización de mi árbol genealógico, pero también mi interés por lo que es toda la historia de nuestra, villa milenaria.

viernes, 9 de febrero de 2018

TERREMOTO EN 1755

En la crónica del Escribano Reconco:
Para que nos sirva de enmienda y vivamos como Dios nuestro sefior manda, pono aqui la notizia y curiosidad cierta de lo que paso este año de 1.755. En el dia de Todos Santos de este afio de 1.755 que nuestra Madre la Iglesia zelebra de prezecto; estando el dia muy claro, sosegado en calma y sin bientos, siendo entre diez y once de la mafiana, se reconocio un temblor de tierra en esta villa, y despues por nocias que binieron fué general en todo el mundo; en cuya ocasion estando los Riligiosos y Religiosas de esta villa celebrando la misa maior, juzgaron se cay la lglesia y conbentos, y se salieron del combento asustados muchos religiosos, y las monjas salieron del coro y otra de sus celdas dando boces porque oyeron restrallar Ias maderas y menearse todo a un tiempo. En cuya ocasion, Yo, Francisco Reconco, escribano de éste número, estando en la plaza mayor de esta villa, frente a la torre del relox de ella, no siendo oras de dar campanadas, y con el motibo de este temblor, le oy dar slete campanadas chicas. Y de alli a una ora y media bí que los cafios de esta villa, con el motibo de remudarse la tierra en su centro, se puso el agua por espacio de mas de zinco oras, mas rebuelta y turbia que el barro colorado, pues algunos dezian que era sangre. Muchos vezinos de esta villa se salieron de sus casas, juzgando caya sobre ellos, dando bozes. En cuya ocasión estaba la ría bazia del todo, y en pozo, junto a la puente se lebanto ó bino del mar alta un golfo de agua, que obligó a flotar los nabíos que allí estaban y se dieron unos con otros y dentro de un quarto de ora, bolvieron quedarse en seco toda la ría.

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