ENTAMU

El último año del siglo XIX, vio la llegada de mi abuela a la vida, en el humilde y pescador barrio de Sabugo; vio la llegada de mi abuelo, que con su familia mirandina, desembarcó en el puerto de Santander, trasladándose a la Calle Nueva de Avilés. Llegaron a bordo del barco Alfonso XIII, procedentes de Santa Clara (Cuba), él apenas tenía tres años, sus padres no habían ido a hacer la Habana, habían ido de criados de unos señores de Galiana, y regresaron con cuatro reales, con los que abrieron el bar Casa la Rubia.

Cuento todo esto, porque mi abuela, es una de las mayores responsables de mi interés por la historia de nuestra villa; Sus historias sobre cosas acontecidas en la villa, como el hambre que pasaba en los principios del siglo XX, el vampiro de la Magdalena, el bar que poseía mi bisabuela, la fabrica de baldosas de mi abuelo, etc., me hicieron empezar a investigar sobre nuestro pasado. No es que mi abuela fuera una gran contadora de historias, pero recuerdo que a mediados de los años 80, cuando la televisión programaba la serie Raíces, esa serie hizo que empezará a interesarme por mis antepasados, ¿quiénes eran? ¿cómo vivían? ¿de donde procedían?, ahí empezaron las preguntas a mi abuela, de sus respuestas salieron nombres como Gertrudis, Benita, el Sargento “Pates”, Pepe “El Cristo”, etc. Veinte años más tarde, me regalaron un libro: “Avilés Memoria Gráfica”, cientos de fotografías del Avilés de primeros del siglo veinte. En ese momento renació mi interés por nuestro pasado, pero no solamente por mis ancestros. Esas imágenes hicieron que retomará con fuerza la realización de mi árbol genealógico, pero también mi interés por lo que es toda la historia de nuestra, villa milenaria.

jueves, 1 de febrero de 2018

EL VAMPIRO DE LA MAGDALENA

Extraido del Noroeste del 20 de Abril de 1917

Matan a un niño para beberle la sangre

El barrio de la Magdalena de Corros, lugar situado en una de las afueras de esta villa, fué ayer teatro de un asesinato horrible, perpetrado en la persona de un niño de ochó años de edad, quien, debido á su inocencia, se prestó á servir de guía á un forastero, satisfaciendo así los criminales propósitos de un desalmado que, influido sin duda por creencias supersticiosas, no vaciló en llevar á la práctica sus funestos pensamientos, causando la muerte á un semejante

La desaparición del níño. Buscandolo toda la noché

Serían las seis de la tarde de anteayer, miércoles, el niño de ocho años de edad, llamado Manuel Torres Rodríguez, hijo del obrero de la fábrica de productos lácteos de la Magdalena, José Torres, se encontraba, en unión de otros varios de su misma edad, jugando en las proximidades de la iglesia de la Magdalena, cuando se le acercó un sujetó desconocido, de unos veintiocho años, de edad, para invitarle á que lo enseñara el lugar en donde estaba enclavada la fábrica de mantecas, ofreciéndole por el servicio varias perras á fin de conquistar el ánimo del muchacho.
El niño se prestó á ello muy voluntarioso, acompañándolo á aquel lugar que deseaba visitar.
La fábrica está situada en el camino vecinal y solitario que conduce desde la Magdalena á la Ceba. Desde su partida y separación de con ios muchachos no se había vuelto á saber de él.

Alarma de los padres

El padre del chico trabaja, como hemos dicho, en dicha fábrica, titulada "La Suiza Avilesina", y.como saliese del trabajo á las siete de la tarde, tan pronto, hubo llegado á casa le dijo su, esposa, Benigna Rodríguez, que el hijo había ido á 1a calle pero como dieran las ocho sin volver, cosa que nunca hacia, salió el jefe dé familia en busca de sú hijo, enterándose ál poco tiempo, por las manifestaciones de varios chicos, que había marchado con un forastero. Estas indagaciones no satisfacieron su tranquilidad, aumentando la tribulación. conforme el tiempo transcurría sin que el hijo volviera.
Augurando, en vista de la tardanza, algún serio contratiempo, se decidió á comunicarlo á los vecinos, y á altas horas de la noche lo participó también á la Guardia civil, poniéndose ón movimiento varios números de la Benemérita y otras personas.

Anuncio en "La Voz de Avilés"

A media noche estuvo en la Redacción de "La Voz de Aviles" y en su editorial de ayer se publico el siguiente suelto:
Niño desaparecido.—Presa de bien explicable tribulación, anoche, á las doce, estuvo en la Redacción de este periódico el obrero empleada en la fábrica de productos lácteos de la Magdalena y domiciliado en la calle de este nombre, núm. 70, José Torres, para manifestarnos que á las seis de la tarde había desaparecido su hijo, Manuel Torres Rodriguez, de ocho años de edad, sin que á tan elevada hora nocturna haya vuelto la criatura á su domicilio.
"Según dicen algunas personas, á la referida hora de las seis dé lá tarde, el niño Manuel iba en compañía de un sujeto desconocido, tomando ambos el camino nuevo de la Magdalena á la Ceba. Algunas personas creen haber notadq, que durante la tarde pasó y repasó dos ó tres veces la calle de la Magdalena el sujeto en cuestíón.
"La Guardia civil se ha puesto en movimiento para encontrar al niño y al sujeto en cuya compañía se marchó, y nosotros, desde aquí, rogamos á todas las personas que puedan dar alguna noticia sobré él paradero de la criatura, den conocimiento á la atribulada familia.

" Aparece el cadáver del niño Escena conmovedora, el puebio indignado

Las pesquisas para la busca del chico continuaron toda la noche y madrugada de ayer, hasta las ocho y media de la mañana, en que el propio padre, yendo acompañado de su convecina Etelvina Suárez, vio el cadáver del niño tendido en un monte llamado de la "Arabuya", junto á la peña de San Lázaro,lugar enclavado en la misma parroquia de la Magdalena.
El cuadro que en aquel momento se desarrolló fue conmovedor no pudiendo contener el vecindario, que allí se aglomeró que el padre se abrazase al hijo, y en esta forma asido, lo condujese él mismo hasta su casa, la infeliz víctima tenía seccionada la yugular y estaba bañado en sangre El barrio de la Magdalena que presenció aquella tragedia, esta consternadísimo.

Aviso á las autoridades

A las nueve de la mañana, ya las autoridades tenían noticia del fúnebre hallazgo, y á los pocos momentos salían precipitadamente para la Magdalena el celoso juez de instrucción Don Eduardo Pradá Vaquero, oficiales habilitados por D. Gregorio Heves y Don Francisco G. Robos, médico titular don José Carreño y el alguacil Sr. Hermoso.
Todos se dirigieron al domicilio de los padres de la víctima en donde yacía ésta,y reconocido por aquel facultativo le apreció dos heridas inciso-punzantes ,en el lado izquierdo del cuello, una de ellas en la parte anterior, punzante y profunda.
El Juzgado procedió en seguida á recibir declaración á los padres y á cuantas personas pudiesen aportar algún dato para la averiguación del paradero del criminal.
Cuando el Juzgado se encontraba realizando estas diligencias, se produjo en el vecindario gran confusión, porque se decía que habían encontrado al asesino, y el pueblo, á todo trance, quería vengar á la víctima.

Quien es el asesino

El presunto criminal que sedujo al infeliz niño para que lo acompañase á la mantequera, es conocido en esta villa por algunas personas, entre otras por el cabo de la Guardia municipal, Sr. Pravia, que anteayer lo vió pasear por esta población, pues las señas que le facilitaron coinciden en un todo con las del sujeto en cuestión.
Se llama Ramón Cuervo (a) "Ramón de Paula", regresó hace poco de Cuba y es vecino de Santa Cruz, concejo de Llanera, tiene veintiocho años de edad, es moreno, alto, delgado, afeitado, sin bigote, viste traje completo color café; botas negras, boina obscura y usa un pañuelo blanco al cuello.
Este sujeto padece, según dicen, tuberculosis, y se cree que el haber dado muerte al niño haya sido para beber la sangre, guiado por fatídicas creencias supersticiosas.
Robustece esta creencia el haber pretendido también anteayer llevar engañado á otro niño de la calle de Galiana, que se negó á ir, salvándose así de una muerte segura.

Interesando la detención

El juez que entiende en este proceso, Sr. Prada Vaquero, ha dirigido telegramas á todas las autoridades de la provincia y puestos de la Guardia civil, interesando la busca del sujeto de referencia, encareciendo especial vigilancia á las autoridades gijonesas, por si tratase de embarcar en el trasatlántico "Alfonso XIII", que sale hoy del Musel.
A las once de la mañana de hoy se practicará la autopsia al cadáver de la infeliz víctima. A los atribulados padres enviamos nuestro más sentido pésame.

De última hora Aparece el presunto criminal
Escrito lo anterior, llega á nosotros la noticia de haber aparecido el presunto asesino.
Cumpliendo órdenes del Juzgado, el teniente de la Guardia civil de esta línea, D. Regino Samaniego, distribuyó la fuerza á sus órdenes para capturar al culpable.
Los guardias Pablo Sebastián Prieto y José Ramírez Rodríguez se dirigieron en un coche á Santa Cruz de Llaneza, en donde pudieron encontrar al asesino, que acababa de llegar á su casa.

A la cárcel de Avilés

Detenido por éstos fué conducido en el mismo coche á la prisión de esta villa, á disposición del Juzgado de instrucción.
Durante el paso por las calles de esta Villa se iba conglomerando público, del que salían frases de condenación para el presunto criminal, costando gran trabajo á los guardias contener las iras
populares, que á todo trance quería apoderarse del malhechor.
En los alrededores de la prisión estuvo estacionada toda la tarde inmensa muchedumbre.
A las cuatro se constituyó el Juzgado en la cárcel para recibirle declaración.
Por conducto extraoficial sabemos que el detenido niega su participación en el delito que se ló imputa, manifestando, sí, que durante la tarde de anteayer estuvo paseando por la Magdalena, pero antes de oscurecer se retiró de aquella vía continuando, luego por las calles de esta población hasta ya anochecido, en que se retiró para hospedarse en casa de un tal Pablo,de la calle de Llano Ponte, y que en la mañana de ayer se levantó, y con el caballo de su propiedad emprendió el regreso a Santa Cruz Llaneza, en donde fué detenido.
El digno juez Sr. Prada Vaquero, que desde el primer momento desplegó un celo extraordinario en la averiguación del delincuente; ordenó en la cárcel realizar un reconocimiento en rueda dé presos, al que asistieron los muchachos que jugaban con el interfecto cuando fué seducido por el personaje desconocido, reconociendo todos ellos en el detenido Ramón Cuervo al individuo en cuestión.
Ha sido comprobado que éste mismo sujeto fué el que trató, también anteayer, de engañar, con fines sin duda igualmente criminales, al muchacho de Galiana José Rodríguez alias "Carolo"; el cual, después de introducirse con él en unas praderas, sacaba un frasco que debía contener algún líquido para narcotizar al pequeño acompañante, y observado por éste emprendió vertiginosa carrera,que le valió la salvación.
El Juzgado ha decretado ayer mismo el procesamiento y prisión del detenido, y hoy continuará, á primera hora, en la tramitación de este sensacional proceso.


Extraido del Noroeste del 21 de Abril de 1917

El entierro de la víctima

Se ha verificado el entierro del niño Manuel Torres Rodríguez, víctima del asesinato que relatamos en nuestra información de ayer.
El acto constituyó una imponente manifestación de duelo, á la que acudió todo el vecindario de la Magdalena y numerosas personas de esta villa, observándose la presencia de crecido número de mujeres y los niños de la escuela á que pertenecía el desventurado chico.

Las diligencias de ayer Práctica de la autopsia

A las diez de la mañana de ayer se trasladó el Juzgado del partido al cementerio general de la Carriona para presenciar la autopsia ordenada practicar en el cadáver del niño Manuel Torres. Fueron encargados de esta operación los médicos D. José Suárez de la Puerta, D. José López Ocaña y D. Alberto Carreño Arias.
Los facultativos comprobaron las heridas que la víctima tenía en el cuello, una de ellas, muy profunda, era la que ocasionara el seccionamiento de la yugular.
También pudieron observar que el corazón se hallaba desangrado, como también los demás órganos que debieran contener este líquido.

En estrados Comparecen más testigos

Terminada aquella diligencia, regreso á la calle de Ruiz Pérez el Juzgado para proseguir la tramitación de este ruidoso proceso.
En estrados compareció el muchacho José Rodríguez (a) "Carolo", que estuvo a punto de ser víctima de la espantosa tragedia que nos ocupa y á quien el detenido dijo el día del crimen:
• "Te ganas un real si vienes conmigo á llevarme unas ropas."
El muchacho le siguió, pensando en la ganancia que le ofrecía, tomando ambos el camino de la Magdalena é internándose en las praderas, y á poco de andar le preguntó:
• ¿Estás cansado?
• No, señor, contestó el muchacho.
• Pues yo sí lo estoy.
Al decir esto sacó del bolsillo un pequeño frasco, y cogiendo de una mano al niño trató de llevárselo á la nariz, diciéndole: "Mira qué olor".
El muchacho que, como decía, no sospechaba nada bueno, emprendió á carreras y logró deshacerse de él y de sus criminales propósitos.
Este chico reconoce al detenido Ramón Cuervo como el mismo sujeto con quien tuvo la escena descrita anteriormente.
También comparecieron ante el juez las vecinas de la Magdalena Adela Pérez y Pacita Ovies, manifestando la primera que estuvo hablando junto á la iglesia de la Magdalena con el Ramón Cuervo, á quien conocía anteriormente, y Pacita Ovies, que lo vio ir ese mismo día acompañado de la víctima en dirección á la Suiza Avilesina y que al preguntar al chico que a donde se dirigía contestó que á enseñar á aquel señor el camino de la mantequera.

Una acusación gravísima Prueba contundente
Un conocido droguero de esta Villa se presentó ayer ante el juez de instrucción para prestar su concurso a la justicia, facilitando con su declaración un valioso servicio para la probanza de los hechos.
La gravedad que encierra la acusación es abrumadora para el detenido, y la conducta del declarante es noble y leal al acudir solícito ante la justicia.
Refiere el droguero que en la mañana del día en que se cometió el crimen vendió al sujeto que se halla detenido una ampolla conteniendo cloroformo.
No ofrece, pues, la menor duda en la culpabilidad del detenido, que utilizo este líquido para narcotizar á la infeliz víctima y poder de este modo ejecutar, sin temor á los lamentos del niño,, sus desalmados propósitos.

Cinismo del criminal
Aumenta considerablemente la indignación popular al considerar el cinismo malvado que observa el criminal en todos sus actos, pues se sabe que en la cárcel está tranquilo y como si no estuviese sujeto á proceso tan horrible y con pruebas tan contundentes.
El día de ia detención lo encontraron los guardias en su casa, comiendo tan tranquilo y como si en su conciencia no pesara el horrendo asesinato cometido.
Igual tranquilidad mostró al ser detenido y al comparecer por vez primera ante el Juzgado, manteniendo con la mayor sangre fría sus negativas a las preguntas que era sometido.

Llegada del teniente fiscal
Para intervenir en este proceso en el correo de ayer llegó a esta villa el teniente fiscal de la Audiencia de Oviedo D. Enrique Estefanía de los Reyes, conferenciando á los pocos minutos con el juez de instrucción, D. Eduardo Prada Vaquero, quien lo dló cuenta detallada de las diligencias que lleva practicadas.

Nueva Indagatoria del procesado Asiste al acto el fiscal de la audiencia

A las tres de la tarde se trasladó nuevamente á la carcel el Juzgado de instrucción acompañado del fiscal de la Audiencia, para someter al detenido á nuevo interrogatorio.
Esto fué larguísimo, celebrándose en la prisión varios careos, entre otros con el droguero que le vendió el cloroformo, quien reconoció en el malvado sujeto al mismo que le compró la ampolla.
El criminal sigue en sus negativas, pretendiendo sustraerse de la intervención del crimen; pero su malévola actitud de nada le sirve, porque los hechos están sobradamente probados por los atormentadores cargos que contra él aparecen.

Para hoy

Para las diez de la mañana está citada ante el Juzgado una mujer, avecindada en la Magdalena, que asegura haber visto al criminal, acompañado de la víctima, dirigirse al monte en donde apareció ésta y regresar luego sin acompañamiento alguno.
El público avilesino sigue con verdadero interés el curso del proceso, y ayer mañana eran arrebatados de manos de los vendedores los periódicos en los que se hacía el relato del suceso. Todo el pueblo está anhelando conocer los más pequeños pormenores y que el vil asesino no quede sin el castigo merecido. Hoy comparecerán en estrados los médicos que realizaron la autopsia, para emitir el informo médico acordado por la autoridad judicial, resultado de la operación anatómica que ayer llevaron á efecto.


Extraido del Noroeste del 22 de Abril de 1917

Habla la ciencia

A las diez y media de la mañana de ayer acudieron al Juzgado de instrucción del partido los médicos D. José Suárez de la Cuesta, D. José López Ocaña y don Alberto Carreño Arias para dictaminar en la causa que se tramita por el asesinato del niño Manuel Torres Rodríguez.
El informe fué evacuado en presencia del teniente fiscal de la Audiencia don Enrique Estefanía de los Reyes, juez instructor, Sr. Prada Vaquero, y secretario judicial, Sr. Suárez Graíño.
El representante de la ley hizo á los peritos médicos varias preguntas relacionadas con el informe médico emitido, resultado de la autopsia, que fué, según hemos podido averiguar, muy detallado y extenso.
A la salida de los médicos hemos logrado que nos facilitaran detalles del informe que acababan de prestar.
Refieren los facultativos que la infeliz víctima tenía en el cuello, lado izquierdo, una herida punzocortante profunda, de tres centímetros de extensión, verificada en forma transversal al eje del cuerpo. En la misma región, y como á cinco centímetros de distancia de la anterior, y en el plano, presentaba el niño otra herida de los mismos caracteres, forma y extensión que la primeramente descrita.
Las partes blandas que cubrían el craneo estaban circundadas por una línea que partiendo de la parte inferior frontal rodeaba la cabeza, terminando en el mismo sitio.
En el estómago encontraron regular cantidad de pan masticado flotando en agua glerosa.
Extraído el corazón y puesto sobre la mesa de operaciones, se observaron en él un tamaño ordinario, algo aplanado en su cara derecha, no conteniendo sangre alguna, tanto en las aurículas como en las ventrícuias En el cuello prestaron extremado examen los facultativos.
Encontraron exentas de sangre las venas y arterias de gran calibre. La heridas anteriormente expresadas que tenía en esta región eran, la primera, tan profunda que, interesando la piel y el tejido llegó hasta las vértebras cervicales, seccionando todo el paquete de arterias yugulares y nervios del mismo nombre.
La otra herida estaba localizada cerca de la parte posterior del cuello y no interesó los vasos.
Los peritos hicieron constar en el informe que se trata de un caso notable de muerte por hemorragia, producida por la sección ecmpieta del paquete vasomotizo en la región del cuello, lado izquierdo, que debió producir la muerte en breve tiempo, por ser los vasos seccionados los de más calibre del cuerpo humano, añadiendo que la primera de dichas heridas presentaba caracteres muy de tenerse en cuenta por los tribunales para la apreciación de los hechos, consistentes en que los bordes externos ó internos de la lesión no estaban aproximados, no obstante creer que las heridas fueron- producidas por arma punzocortante, apareciendo á la vista más que una herida una cavidad hueca profunda, con marcado parecido á un agujero limpio, que suponen ocasionados por esfuerzos más ó menos fuertes y mecánicos hechos desdde loss bordos externos al fondo de la lesión, indicio indicador de haber tenido lugar una aspiración con objeto de extraer la sangre de las arterias.

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