ENTAMU

El último año del siglo XIX, vio la llegada de mi abuela a la vida, en el humilde y pescador barrio de Sabugo; vio la llegada de mi abuelo, que con su familia mirandina, desembarcó en el puerto de Santander, trasladándose a la Calle Nueva de Avilés. Llegaron a bordo del barco Alfonso XIII, procedentes de Santa Clara (Cuba), él apenas tenía tres años, sus padres no habían ido a hacer la Habana, habían ido de criados de unos señores de Galiana, y regresaron con cuatro reales, con los que abrieron el bar Casa la Rubia.

Cuento todo esto, porque mi abuela, es una de las mayores responsables de mi interés por la historia de nuestra villa; Sus historias sobre cosas acontecidas en la villa, como el hambre que pasaba en los principios del siglo XX, el vampiro de la Magdalena, el bar que poseía mi bisabuela, la fabrica de baldosas de mi abuelo, etc., me hicieron empezar a investigar sobre nuestro pasado. No es que mi abuela fuera una gran contadora de historias, pero recuerdo que a mediados de los años 80, cuando la televisión programaba la serie Raíces, esa serie hizo que empezará a interesarme por mis antepasados, ¿quiénes eran? ¿cómo vivían? ¿de donde procedían?, ahí empezaron las preguntas a mi abuela, de sus respuestas salieron nombres como Gertrudis, Benita, el Sargento “Pates”, Pepe “El Cristo”, etc. Veinte años más tarde, me regalaron un libro: “Avilés Memoria Gráfica”, cientos de fotografías del Avilés de primeros del siglo veinte. En ese momento renació mi interés por nuestro pasado, pero no solamente por mis ancestros. Esas imágenes hicieron que retomará con fuerza la realización de mi árbol genealógico, pero también mi interés por lo que es toda la historia de nuestra, villa milenaria.

sábado, 10 de febrero de 2018

INCIDENTE DURANTE EL FUNERAL DE CARRERO BLANCO EN AVILES EN 1973

En el diario “El Comercio” del 28 de diciembre de 1973

“Ocho sacerdotes del clero avilesino, intervinieron en la solemne misa concelebrada, cantada por un coro parroquial que se oficio ayer a la una de la tarde en el templo parroquial de San Nicolás de Bari a iniciativa del alcalde y la corporación municipal y el consejo local del movimiento para honrar la memoria y elevar al señor preces en sufragio del alma del que fue presidente del gobierno español almirante Carrero Blanco, muerto trágicamente el pasado día 20 en Madrid. (…)

Sin embargo, no debemos silenciar el hecho comentadísimo que se registró durante esa ceremonia, en el momento en que el reverendo Ángel Garralda García, párroco de San Nicolás de Bari pronunciaba la homilía donde glosaba el motivo y circunstancias que habían reunido a los fieles en el templo.
En uno de esos pasajes, sin duda polémico del orador sagrado, dos sacerdotes, uno el Vicario de la zona y el otro un joven coadjutor de Santo tomás de Cantorbery se levantaron del lugar preferente que con otros miembros del clero no oficiantes ocupaba en la iglesia, y se dirigieron a la Sacristía. Al penetrar ambos en la nave de acceso a la misma fue sentido, discordante con el momento solemne, un fuerte portazo. Por ello al final de la misa se escuchaba entre los asistentes toda clase de comentarios, y el incidente, que como tal debe juzgarse, ha sido motivo de comentarios durante toda la jornada en Avilés.

No hay comentarios:

Publicar un comentario