ENTAMU

El último año del siglo XIX, vio la llegada de mi abuela a la vida, en el humilde y pescador barrio de Sabugo; vio la llegada de mi abuelo, que con su familia mirandina, desembarcó en el puerto de Santander, trasladándose a la Calle Nueva de Avilés. Llegaron a bordo del barco Alfonso XIII, procedentes de Santa Clara (Cuba), él apenas tenía tres años, sus padres no habían ido a hacer la Habana, habían ido de criados de unos señores de Galiana, y regresaron con cuatro reales, con los que abrieron el bar Casa la Rubia.

Cuento todo esto, porque mi abuela, es una de las mayores responsables de mi interés por la historia de nuestra villa; Sus historias sobre cosas acontecidas en la villa, como el hambre que pasaba en los principios del siglo XX, el vampiro de la Magdalena, el bar que poseía mi bisabuela, la fabrica de baldosas de mi abuelo, etc., me hicieron empezar a investigar sobre nuestro pasado. No es que mi abuela fuera una gran contadora de historias, pero recuerdo que a mediados de los años 80, cuando la televisión programaba la serie Raíces, esa serie hizo que empezará a interesarme por mis antepasados, ¿quiénes eran? ¿cómo vivían? ¿de donde procedían?, ahí empezaron las preguntas a mi abuela, de sus respuestas salieron nombres como Gertrudis, Benita, el Sargento “Pates”, Pepe “El Cristo”, etc. Veinte años más tarde, me regalaron un libro: “Avilés Memoria Gráfica”, cientos de fotografías del Avilés de primeros del siglo veinte. En ese momento renació mi interés por nuestro pasado, pero no solamente por mis ancestros. Esas imágenes hicieron que retomará con fuerza la realización de mi árbol genealógico, pero también mi interés por lo que es toda la historia de nuestra, villa milenaria.

sábado, 13 de enero de 2018

SOBRE LA ADUANA EN 1851



En la Revista España Histórica en Marzo de 1851

 Real Orden habilitando la aduana de Avilés para la importación de géneros, frutos y efectos de las colonias de América:

 Ilustrísimo, señor: visto lo espuesto por el ayuntamiento de la villa de Avilés en solicitud de que so habilite su aduana para la importación de géneros,  frutos y efectos de las colonias de América, y considerando conveniente acceder á ella, si bien no es posible aumentar por este año los gastos que ocasione el aumento del personal necesario, S,M, se ha servido habilitar dicha aduana en los términos pretendidos bajo la condición de que el ayuntamiento entregue mensual y anticipadamente en tesorería por lo que queda de año la cantidad correspondiente al sueldo de 5000 rs. para pagar un auxiliar de vista que se nombrará para aquella aduana.

 Es también la voluntad de S.M. que el contador de la misma, asista con aquel funcionario a los reconocimientos de los artículos que se presenten al despacho, hasta que al formarse los presupuestos generales para el año próximo puedan incluirse, si asi se considera, los gastos de esta habilitación.

 De Real Orden lo digo a V.I. para los efectos correspondientes. Dios guarde a V.I. muchos años. Madrid 22 de Marzo de 1851.-. Bravo Murillo. Señor Director General de Aduanas y Aranceles

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