ENTAMU

El último año del siglo XIX, vio la llegada de mi abuela a la vida, en el humilde y pescador barrio de Sabugo; vio la llegada de mi abuelo, que con su familia mirandina, desembarcó en el puerto de Santander, trasladándose a la Calle Nueva de Avilés. Llegaron a bordo del barco Alfonso XIII, procedentes de Santa Clara (Cuba), él apenas tenía tres años, sus padres no habían ido a hacer la Habana, habían ido de criados de unos señores de Galiana, y regresaron con cuatro reales, con los que abrieron el bar Casa la Rubia.

Cuento todo esto, porque mi abuela, es una de las mayores responsables de mi interés por la historia de nuestra villa; Sus historias sobre cosas acontecidas en la villa, como el hambre que pasaba en los principios del siglo XX, el vampiro de la Magdalena, el bar que poseía mi bisabuela, la fabrica de baldosas de mi abuelo, etc., me hicieron empezar a investigar sobre nuestro pasado. No es que mi abuela fuera una gran contadora de historias, pero recuerdo que a mediados de los años 80, cuando la televisión programaba la serie Raíces, esa serie hizo que empezará a interesarme por mis antepasados, ¿quiénes eran? ¿cómo vivían? ¿de donde procedían?, ahí empezaron las preguntas a mi abuela, de sus respuestas salieron nombres como Gertrudis, Benita, el Sargento “Pates”, Pepe “El Cristo”, etc. Veinte años más tarde, me regalaron un libro: “Avilés Memoria Gráfica”, cientos de fotografías del Avilés de primeros del siglo veinte. En ese momento renació mi interés por nuestro pasado, pero no solamente por mis ancestros. Esas imágenes hicieron que retomará con fuerza la realización de mi árbol genealógico, pero también mi interés por lo que es toda la historia de nuestra, villa milenaria.

jueves, 8 de febrero de 2018

EL MINISTERIO DE INDUSTRIA SE OPONE A DECLARAR A AVILES ZONA CONTAMINADA EN 1980

En "El Pais" del 14 de octubre de 1980
"El ministro de Industria estima que tendría consecuencias muy graves en el ámbito laboral la declaración de Avilés como zona contaminada, solicitud formulada reiteradamente por la corporación municipal, según pudo saber EL PAIS. Industria no ve otra solución para devolver rápidamente la pureza al aire de Avilés, que una drástica reestructuración de las instalaciones de producción de algunas industrias, singularmente Ensidesa, y paralizar otras, que tendrían como secuela inevitable la reducción de las plantillas y el incremento del paro. La aplicación de las medidas anticontaminantes suficientes en la zona exige una inversión de 150.000 millones de pesetas.
Según un informe de Industria, el Gobierno podría prohibir la instalación o ampliación de las actividades que determine; el ayuntamiento no podría conceder licencias de obra para el desarrollo del proceso industrial; el gobernador civil quedaría en condiciones de fijar criterios muy exigentes a las empresas en la utilización de combustibles y se obligaría a una gran inversión para construir depósitos de almacenamiento de los combustibles limpios y para la financiación de dichas existencias. Como ventaja principal, el informe alude a los beneficios a que pueden acogerse las empresas para intensificar las medidas correctoras, pero agrega que dichos beneficios ya están concedidos a través del plan de saneamiento atmosférico, según el cual recibirán un 30% de subvenciones para este capítulo y un 50% con cargo al crédito oficial.El Ministerio de Industria hace especial hincapié en la incidencia de una inmediata y brusca aplicación de soluciones de este tipo coincidiendo con la grave situación que atraviesa Ensidesa.
La delegación provincial de Industria informó a la subcomisión de Medio Ambiente que sería más eficaz la aplicación de las medidas de dicho plan de saneamiento, complementados con una red de vigilancia semiautomática capaz de detectar las emergencias.
El gobernador civil, Jorge Fernández, advirtió, por otra parte, al alcalde, Manuel Ponga, del PSOE, que caso de prosperar la declaración de zona contaminada, tanto la red de vigilancia como su mantenimiento deberán correr a cargo exclusivo del ayuntamiento. El Consejo de Ministros acordó el pasado mes de febrero un plan anticontaminante para Avilés, a desarrollar en tres fases (véase EL PAIS del 2-10-1980). El deterioro de la atmósfera avilesina aumentó de forma sensible las enfermedades broncopulmonares.

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