ENTAMU

El último año del siglo XIX, vio la llegada de mi abuela a la vida, en el humilde y pescador barrio de Sabugo; vio la llegada de mi abuelo, que con su familia mirandina, desembarcó en el puerto de Santander, trasladándose a la Calle Nueva de Avilés. Llegaron a bordo del barco Alfonso XIII, procedentes de Santa Clara (Cuba), él apenas tenía tres años, sus padres no habían ido a hacer la Habana, habían ido de criados de unos señores de Galiana, y regresaron con cuatro reales, con los que abrieron el bar Casa la Rubia.

Cuento todo esto, porque mi abuela, es una de las mayores responsables de mi interés por la historia de nuestra villa; Sus historias sobre cosas acontecidas en la villa, como el hambre que pasaba en los principios del siglo XX, el vampiro de la Magdalena, el bar que poseía mi bisabuela, la fabrica de baldosas de mi abuelo, etc., me hicieron empezar a investigar sobre nuestro pasado. No es que mi abuela fuera una gran contadora de historias, pero recuerdo que a mediados de los años 80, cuando la televisión programaba la serie Raíces, esa serie hizo que empezará a interesarme por mis antepasados, ¿quiénes eran? ¿cómo vivían? ¿de donde procedían?, ahí empezaron las preguntas a mi abuela, de sus respuestas salieron nombres como Gertrudis, Benita, el Sargento “Pates”, Pepe “El Cristo”, etc. Veinte años más tarde, me regalaron un libro: “Avilés Memoria Gráfica”, cientos de fotografías del Avilés de primeros del siglo veinte. En ese momento renació mi interés por nuestro pasado, pero no solamente por mis ancestros. Esas imágenes hicieron que retomará con fuerza la realización de mi árbol genealógico, pero también mi interés por lo que es toda la historia de nuestra, villa milenaria.

viernes, 26 de enero de 2018

PROTESTA DE LA POLICIA MUNICIPAL DE AVILES EN 1974

En el “ABC” del 4 de Abril de 1974:
La gran mayoría de los 90 agentes municipales de Avilés no han cobrado aún sus sueldos correspondientes al mes de Marzo, pese que los días señalados para ello eran los días 29 y 30 últimos. De hecho dentro del plazo señalado sólo acudieron a hacer efectivos su haberes quince guardias, y algunos más lo hicieron en fechas posteriores, pero se calcula que dos tercios del total, incluidos algunos suboficiales y jefes, no han cobrado todavía.
Ya hace aproximadamente un mes hubo un conato de protesta en este sentido, pero al fin las cosas parecieron arreglarse y todos acudieron a la ventanilla de cobros, cosa que como se ve, no ha ocurrido en esta oportunidad.
Un agente municipal tiene en Avilés 5000 pesetas de sueldo, mas un setenta por ciento de este en concepto de complemento, aparte de los incentivos, antigüedad y pequeños pluses por diversos conceptos. Con todo y con ello el agente recien llegado al cuerpo, cobra algo menos de 9.500 pesetas mensuales, y el más veterano, con más de treinta años de permanencia en el mismo, no llega a las doce mil ochocientas pesetas, también por mes.
Se ha solicitado un comentario sobre el asunto al alcalde avilesino, y este ha dicho que el acceder a las pretensiones de aumento salarial de los agentes municipales depende de la Dirección General de Administración Local, entidad a la que se remitió en julio de 1973, un proyecto de reactualización de salarios, del que no ha vuelto a sabese nada.
Pese a esta muestra de disconformidad con su situación económica, los policías municipales de Avilés continuan prestando sus servicios reglamentarios con toda eficiencia y disciplina.

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