Extraído del libro "Abillés" de José Jorge Argüello Menéndez
"
Hablar
del Barrio de Sabugo es hablar de la propia historia de Avilés.
El
origen de este núcleo de población debió estar ligado al mismo
origen de la villa con la que se comunicaba por el puente sobre el
río Tuluergo.
La
primera noticia documental de Sabugo es un documento perdido del año
1199, por el que sabemos que Alfonso IX donó a la Sede Catedral de
Uvieú las iglesias de la población de Sabugo con la participación
de ciertos derechos en ese lugar. Si bien esta noticia a hecho pensar
en algunos casos que el pueblo de Sabugo estaría dotado de varias
iglesias, lo cierto es que podría tratarse de la Iglesia de Santo
Tomás de Sabugo y la iglesia de San Cristóbano, que sabemos que
perteneció a la Iglesia de Uvieú hasta que la intercambió, ya en
el Siglo XIV, con el monasterio de San Vicente.
Las
noticias del Siglo XII son poco detalladas en lo que respecta a
Sabugo y las primeras de ellas hacen referencia a la zona existente
entre la villa y Sabugo, en concreto al puente con el que se
comunicaban ambos núcleos y a los molinos de mar que dieron nombre a
Las Aceñas, así como a la propia Iglesia de Santo Tomás de Sabugo.
Así en junio de 1232, Fernando III El Santo confirma a Pelagio
Roderici y a su mujer María Bone, la concesión que les había hecho
en julio de 1225 de un lugar para construir molinos en el agua del
mar desde el puente por el que se pasa a Sabugo hasta las aguas del
Tuluergo. Ya construidos estos molinos entre "Abilies et Sabugo"
serán vendidos por el mismo Pelagio Roderici en el año 1245 a Don
Martín, abad del Monasterio de Valdedios, con todas sus pertenencias
por el precio de 800 maravedís.
Las
primeras noticias concretas sobre la Iglesia Parroquial de Santo
Tomás son de 1251 y 1254 respectivamente. En el primero de estos
años y dentro del pleito que existía entre el administrador seglar
de las propiedades que la Orden de santiago tenía cerca de Avilés y
un freire clérigo, se menciona a los capellanes de Avilés y Sabugo.
Más concreto es el segundo documento, de enero de 1254, que
constituye la concordia hecha entre Diego Iohánniz, maestrescuela de
la iglesia de Uvieú y los "feligreses de Santo Thomás de
Sabugo", sobre aspectos relacionados con la propia iglesia de
Santo Tomás de Sabugo. Así, en este documento se acuerda la
división a medias de los productos de las heredades de la iglesia.
El maestescuela se quedaría con la mitad y debería proponer como
capellán de Sabugo a un "vizión e poblador de la feligresía
de Sabugo que tendría la otra mitad. Se reservaban los feligreses de
Sabugo el derecho de rechazar a la persona elegida, debiendo entonces
el maestrescuela cambiarlo y presentar otru de la feligresía assí
commo sobredecho ye, quelli semmellar por mellor; e si por aventuría
aquél que presentase el mestro escola pora capellán del logar,
seendo omme bono, maguar fore pobre de aver, que otru, magar fos ta
bono por seer maes rico de aver, que no lo puedant contradizer".
Igualmente,
como la iglesia se tenía que hacer y no tenían medios suficientes,
se llegó al acuerdo por el que dos hombres buenos de la feligresía
por una parte, y el dean y maestrescuela de San Salvador de Uvieú
por la otra, decidirían la cantidad que debería dar el capellán de
Santo Tomás cada año, hasta que se acabase la obra de la Iglesia,
para ayuda de la construcción. En cualquier caso, no debemos pensar
que el pueblo de Sabugo se limitaba a mediados del siglo XII a un
conjunto de casas de pescadores. la constatación de la presencia
entre los moradores de Sabugo de al menos una familia judía permite
inferir una actividad comercial de cierta importancia. Así en 1255
sabemos de la existencia de Johán Salomón de Sabugo que, sin duda,
daría nombre al topónimo de El Salomón conservado hasta hace pocos
años en la parroquia de San Cristóbano.
Es,
con todo, en los documentos de la primera mitad del siglo XIV que
comenzamos a ver aspectos más concretos de la vida cotidiana del
pueblo de Sabugo y de sus moradores. así en la paz y avenencia entre
el concejo de Avilés de una parte y Gonzalo de Quirós y sus
vasallos de otra, de junio de 1314, aparecen mencionados varios
pescadores, mientras que por varios documentos conocemos la
plantación de viñas en las zonas cercanas a Sabugo, al tiempo que
se identifican algunos topónimos que han llegado a nuestros días.
Ya
en una fecha tan temprana como 1240, sabemos de la venta de una
tierra en Sabugo que limitaba " per illas vinnus de duas partes
de D. Pero Bono e de alia parte iaz una vinna de Gonsalvo pixota e de
alia parte iacet illa vinna de Fernán del Monte". estas viñas
eran de moradores de Sabugo, pero también de vecinos de La Villa,
entre los que se encontraban algunos de los más poderosos de la
ciudad. De esta forma, en febrero de 1316, sabemos del contrato de
foro de una tierra con su viña en Sabugo, hu dizen El Fresno,
celebrado entre la rica dama burguesa D. Iohana, hija de D. Pedro
Bono y de María Estévaniz y tal vez mujer de D. Gonzalo Guterris y
copropietaria con este último de la Gran Tienda de la Sal, en la
Calle de Cabruñana. y un pescador, Johán Peliz, llamado Johan Gran,
vecino de Avilés. Entre los propietarios de las viñas que limitaban
con esta viña objeto de foro se encontraban en esta fecha personajes
bien conocidos como Pero Juan de las Alas y otros más humildes,
probablemente pescadores de Sabugo. La propia María Iohan de las
Alas, hija de Juan Peláiz de la Alas y hermana de Pero Juan, era
propietaria en 1331 de parte de las viñas de la losa del mar así
alençe como aquende que había recibido por el testamento de su
padre junto a sus hermanos.
Años
más tarde la misma losa del mar era objeto de mención en el
intercambio realizado en febrero de 1350, entre la monja de Santa
María de la Vega, María Rodríguez y su hermano Diego Rodríguez en
el que se refiere "una vinna con sua tierra que iaz açerca de
Abilles, a parte de Sabugo, en lugar çierto hun dizen la Losa del
Mar". El mismo Pero Juan de las Alas, deja en su testamento de
1346 para mantenimiento de la capilla de Santa María de las Alas,
por él fundada, la "binna con su tierra que dizen de la Campa,
que es a parte de Sabugo, que termina por vinna de Lope González
marinero y ermano de Inés Fernández y por vinna que Fernán
Martínez de Oviedo y por la mar y por el camino de el Rei". Por
su parte, en otro testamento bien conocido, el de Fernán Iohán, de
octubre de 1348, se incluye la donación piadosa de 20 maravedís
para la obra de Santo Tomás de Sabugo". Desde mediados del
Siglo XIV y hasta el último cuarto del Siglo XV existe un gran vacío
documental que impide conocer mejor la evolución tanto de Avilés
como del pueblo de Sabugo.
Los
documentos de fines del XV permiten, por contra, tener más datos
sobre Sabugo y su entorno. Los datos obtenidos de la documentacion
consultada permiten indicar que a finales del Siglo XV vivían al
menos en Sabugo un agujetero, dos zapateros, tres carpinteros, un
ferrero, un fornero, dos marineros, cinco mercaderes, veinticuatro
pescadores, un tendero y tres xastres. Fuera del pueblo de Sabugo,
entre su núcleo urbano y la ría y marismas del río Tuluergo,
aparecen ya topónimos que han llegado a nuestros días. Es el caso
del Campo de Bogaz, el Campo de Caín o La Ribera. Bogaz era el
nombre que recibía el espacio situado a la salida de la actual Calle
de la Estación hasta la Estación del Norte y donde estaban los
astilleros de Avilés.
Las
noticias a finales del Siglo XV mencionan el arrendamiento de suelos
para huertas por esta zona por parte del Concejo de la Villa. Así en
abril de 1483 se producen dos ventas, resultando significativo tanto
el hecho de que se mencione una casa en esta zona, arrabal de Sabugo
y por tanto de Avilés, como el que se mencione la existencia de un
capellán de Bogaz, que podría sugerir la presencia de una capilla o
estar asociado con el viejo crucero que desde aquellos momentos se
situaba en el Campo de Bogaz. Otra de las zonas extramuros del pueblo
de Sabugo era La Ribera, que aparece ya mencionada en un documento
del año 1488, cuando el concejo autoriza al clérigo Pero García,
capellán de Piarnu y a su hermano Vernaldo, para que aumentasen
hacia delante la casa que tenían en la zona de la Puerta de Sabugo,
contra la Ribera de la mar, tanto como lo estaba la casa colindante.
El
concejo autorizaba así a aumentar esta casa en esta zona y contra el
puente según el trazado del muro de la calle que tenían que
construir contra la Ribera "con tal condiçión que después
della dicha casa fecha en par del muro della contra la mar fagan una
calçada a vista refaçión por syempre yamás, por donde pase la
gente fasta la mar llegue a la dicha calçada". Por su parte, El
Campo de Caín, entre Sabugo y el río Tuluergo en la zona hoy
ocupada en parte por la iglesia nueva de Sabugo, aparece en la
documentación bajo el nombre de Caguin. Se trata, de una zona de
huertas, en la que había una fuente y suelos ocupados por hórreos,
documentados ya en el Siglo XV y cartografiados en las plantas de
Avilés del Siglo XIX.
Por
lo que respecta al interior de Sabugo, la tradicional división entre
la Calle delante (Calle de la Estación), Calle de Trás (Calle de
Bances Candamo) y calle de Enmedio, no se refleja directamente en la
documentación, a excepción de la calle delante y tal vez de la
Calle de Enmedio (La Estrecha?) que aparece ya en un documento de
1498, por el que se indica una casa "que está en sabugo en la
calle delante, que se determina, de la parte de çima, la calle real,
e de la debaxo de Ribera, e de la de una fuente de la Estrecha, e de
la otra fronte, una casa que lieva Pedro de la Parte".
Ya
en otro apartado de este libro hemos indicado la posibilidad de que
Sabugo estuviese dotado en algún momento de un sistma defensivo del
que serían testimonio las referencias documentales a una çerca
(yazen los dos dichos dos pedaços de huerto, de la una parte huerto
que tiene aforado Pero Suárez, clérigo, e de la otra huerto que
tiene aforado Ferrand García de Carrenno, xastre, e de la otra la
çerca e de la otra la ribera del mar) y a la Puerta del Fresno (la
casa e huerta de la puerta del Fresno que es en Sabugo) que podría
corresponder con la Puerta del Carbayo citada por David Arias, junto
con las de San Bernardo, La Fruta, La Ferrería, San Sebastián y la
del Mar, como pertenecientes a la muralla de Avilés (Historia
general de Avilés y su concejo). Al margen de esta cuestión, que
tendrá que ser ratificada o no por otras investigaciones y
especialmente por trabajos arqueológicos, lo cierto es que el pueblo
de Sabugo mantenía a fines de la época medieval una estructura
administrativa integrada dentro del regimiento de la Villa pero con
instituciones propias que separan a este pueblo del resto de los del
concejo.. de esta forma era elegido todos los años un alcalde de
Sabugo, existiendo además dos taleheros, dedicados probablemente a
observar el semblante de la mar y decidir cuando se podía o no salir
a pescar. de hecho, sea por su situación topográfica o por estar en
Sabugo el gremio de pescadores, lo cierto es que cuando en febrero de
1487 llega la noticia de que estaban cargando en un navío que se
encontraba en la Canal de Cantos de la ría de Avilés, "çiertas
tablas de siega e colondras e tozinos e pan de trigo e de esacanda"
en contra de las ordenanzas de la Junta, y después de que el
contramaestre de este navío se negase a que se subiese a bordo
"venieron al pueblo de Sabugo e mandaron repicar las campanas
çerca dello, e se juntaron con ellos la más parte del dicho pueblo
e bolvieron al dicho navío, e el dicho contramestre con lo que él
estavan, con todo su mal proposyto se posieron en armas e los que no
quisyeron dexar entrar dentro del dicho navío salvo por fuerça,
donde acaesçio que murío un onbre marinero del dicho navío".
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